
Las intensas lluvias que azotan desde comienzos de semana varias regiones del centro y el sur de China han dejado al menos tres muertos, más de 300.000 personas afectadas y obligado a evacuar a decenas de miles de residentes.
En el condado de Huaiji (provincia de Cantón, sureste), una de las zonas más damnificadas, se registraron más de 300.000 afectados después de que las precipitaciones provocaran anegamientos de hasta tres metros de profundidad, que dejaron la mitad de las carreteras locales intransitables.
Imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron calles cubiertas de barro y a vecinos y voluntarios trabajando en su limpieza.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma destinó esta semana 60 millones de yuanes (unos 8,4 millones de dólares, 7,3 millones de euros) para apoyar las labores de emergencia y reconstrucción en Cantón, donde cerca de 70.000 personas han sido reubicadas, informó este viernes la agencia de noticias Xinhua.
La situación también es crítica en otras provincias del centro y este del país, como Hunan (centro), donde el río Lishui registró su mayor crecida desde 1998.
En el condado de Longshan, cuatro personas quedaron atrapadas en un garaje subterráneo inundado, de las cuales tres fueron halladas muertas y una fue rescatada por los servicios de auxilio, recogió Xinhua.
En la vecina Hubei (centro), las autoridades evacuaron a cientos de personas en municipios como Hefeng y Laifeng.
En este último, una guardería quedó completamente inundada y fue necesario trasladar a 500 menores en balsas, informaron medios locales como The Paper.
Las autoridades chinas mantienen activa una respuesta de emergencia de nivel IV –la más baja de un sistema de cuatro niveles– en al menos nueve regiones.
El Ministerio de Recursos Hídricos ha enviado equipos técnicos a zonas de alto riesgo y ha pedido a los gobiernos locales reforzar la vigilancia y la evacuación preventiva de residentes en áreas vulnerables.
En los últimos veranos, los eventos climáticos extremos causaron estragos en el gigante asiático: los meses estivales de 2023 estuvieron marcados por las inundaciones en Pekín, que dejaron más de 30 fallecidos y miles de personas evacuadas.
En 2022, diversas olas de calor extremo y sequías azotaron el centro y el este del país, generando problemas en el suministro eléctrico a algunas industrias dependientes de la energía hidráulica.
Un año antes, graves inundaciones en la provincia central de Henan causadas por lluvias de una intensidad inédita desde que existen registros provocaron la muerte de más de 300 personas.
Expertos locales han advertido durante los últimos años de que el cambio climático podría hacer aumentar la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos en el país asiático.