
El inglés Lando Norris, subcampeón el curso anterior, se proclamó campeón del mundo de Fórmula Uno en 2025, año en el que su escudería, McLaren, revalidó el título de constructores; y en el que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) protagonizó un asombroso final de temporada, que acabó con posibilidades de hacerse con una quinta corona seguida en la última carrera, a la que llegó sin haber liderado el certamen las 23 pruebas previas.
Lando -de 26 años- ganó, pero Verstappen -de 28-, más ‘Mad Max’ que nunca, sentó cátedra. Con un coche inferior a los monoplazas de Woking acabó con más triunfos y ‘poles’ que nadie -ocho en cada caso- una temporada en la que el piloto de Bristol se convirtió en el undécimo británico en ganar el Mundial de F1.
Norris capturó el título con sólo dos puntos de ventaja (423 frente a 421) sobre el astro neerlandés, ganador en Abu Dabi de la última carrera del año; que el inglés acabó tercero y a la que también llegaba con posibilidades matemáticas de coronarse el otro McLaren, el australiano Oscar Piastri; que había liderado prácticamente los dos primeros tercios del certamen y que acabó tercero, a trece unidades de su compañero y rival.
Sin quitarle mérito a Norris y al equipo que dirige el italiano Andrea Stella, Verstappen demostró que es uno de los más grandes de toda la historia. El súper-depredador neerlandés había puesto al rojo vivo un Mundial en el que a principios de septiembre estaba a 104 puntos de Piastri; y a cuya carrera final llegaba, tras anotarse cinco de las ocho anteriores -en las que siempre subió al podio-, a doce puntos de Norris, que le había arrebatado el liderato al australiano tras ganar, a finales de octubre, el Gran Premio de México.
Verstappen llevó a la incandescencia la resolución de un Mundial en el que elevó a 71 su tercera marca histórica de victorias en la Fórmula Uno, sólo superada por los dos séptuples campeones del mundo: el ya retirado alemán Michael Schumacher, con 91; y el inglés Lewis Hamilton, plusmarquista absoluto, con 105.
Sir Lewis, de 40 años, completó una temporada para el olvido -sin subir ni una sola vez al podio- en su primer año con Ferrari, la escudería más laureada de la historia; y que por equipos tampoco pasó de un triste cuarto puesto. Los de Maranello acabaron por detrás de Mercedes, que festejó dos victorias gracias a otro inglés, George Russell, cuarto en la general final; y de Red Bull, cuya totalidad de puntos, salvo treinta, fueron capturados por Verstappen.
Para ser campeón, le bastaba con ser tercero. Y eso fue lo que hizo, en el cierre de Yas Marina, Norris; que había debutado siete años antes -ya con McLaren- en la F1 y cuyo primer compañero en la categoría reina fue el español Carlos Sainz.
En su undécima temporada en la división de honor del automovilismo, el talentoso piloto madrileño logró dos inesperados podios con su nueva escudería, Williams, al repetir en Qatar el tercer puesto logrado en Azerbaiyán.
Carlos, de 31 años y con cuatro victorias en F1, elevó a 29 su número de ‘cajones’ en la F1, en un Mundial que acabaría noveno, con 64 puntos: ocho más y un puesto por delante de su compatriota Fernando Alonso (Aston Martin).
El doble campeón mundial asturiano -32 victorias y 106 podios en la F1-, en una segunda juventud a los 44 años, exprimió todo lo que pudo un muy flojo AMR25, con el que firmó unas cuantas lecciones de pilotaje que sólo le alcanzaron para lograr un quinto como mejor resultado del año. Lo alcanzó en Hungría, donde en 2003 se había convertido en esos momentos en el primer español y en el más joven de la historia en ganar una carrera en la categoría reina.
Alonso espera un futuro mucho más halagüeño, con el cambio de reglamento, en 2026: cuando pilote un coche diseñado por el estelar ingeniero inglés Adrian Newey -el más exitoso de la F1-, con el que pueda optar a un no poco merecido tercer título.
El año que acaba supuso el regreso a la categoría reina del argentino Franco Colapinto, que había disputado las últimas nueve pruebas de 2024 con Williams y que a partir de la séptima carrera del curso sustituyó al australiano Jack Doohan en Alpine.
El bonaerense, de 22 años, no logró puntuar; y también espera mejores resultados en 2026, cuando el compañero de Verstappen sea el francés Isack Hadjar (RB), que, tras completar un buen curso como debutante, sustituirá en Red Bull al japonés Yuki Tsunoda. En una temporada en la que habrá cuatro hispanohablantes, ya que regresará el mexicano Sergio Pérez -subcampeón mundial en 2023-, que formará pareja con el finlandés Valtteri Bottas en Cadillac, equipo que elevará a once el total de escuderías participantes.