La NFL tiene nuevo monarca. Los Chiefs Kansas City se consagraron como los campeones del Super Bowl LVII.
El coach Andy Reid y Patrick Mahomes acaban de conseguir su segundo anillo de campeón. Ambos se han combinado a la perfección para llevar a la franquicia a convertirse en una auténtica dinastía dentro del futbol americano.
El equipo de los Chiefs definió el encuentro con un 38-35 en el marcador para catapultarse a la victoria en un encuentro que se negaba a lanzar al ganador desde el principio, pues ambos equipos contendieron por el Vice Lombardi hasta los últimos suspiros del encuentro.
Harrison Butker, el pateador de los Kansas City Chiefs pasó del oscurantismo a la ilustración. Al inicio del encuentro, luego de la primera serie ofensiva del equipo campeón, el ataque concluyó con un intento de gol de campo de 42 yardas que Butker mandó por un costado de la U.
No obstante, la cita con el destino era inminente; el encuentro terminó por definirse con una anotación de un gol de campo de 27 yardas que Harrison Butker terminó convirtiendo para coronarse.
Como en toda historia de cómic, hay un héroe que llega a salvarlos a todos y en esta ocasión, el que se vistió de héroe fue Mahomes quien salió en plan grande y afinó todas las piezas a un ritmo sinigual para que su ofensiva construyera el camino a la victoria.
Patrick se acaba de convertir en el primer quarterback de origen afroamericano en conseguir dos campeonatos como titular en la NFL y por segunda ocasión, se levantó como el MVP del encuentro. Lanzó 21 pases para 182 yardas y tres pases a la zona de anotación.
Sin embargo, el ritmo del juego también fue orquestado por Isiah Pacheco que se mantuvo como uno de los más activos junto con Travis Kelce.