La historia de Ana Rosa ha llegado a su fin. Después de haber sido “olvidada” por su familia y de pasar 11 días en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Iguala, el día 9 de abril de 2024 fue sepultada, en medio de la tensión generada por el caso de la niña Camila Gómez, quien supuestamente fue secuestrada y asesinada por esa mujer.
De acuerdo a información del Semefo de Iguala, durante el mediodía del lunes 8 de abril fue cuando los familiares de Ana Rosa se encargaron de solicitar su cuerpo. Una mujer llamada Josefina, quien se identificó como su madre, pidió que le entregaran los restos de la individuo con severa discreción en una camioneta de la funeraria El Ángel hasta el panteón de la colonia Fermín Rabadán de Iguala.
Ninguno de sus familiares acudió al panteón. En el lugar solo había camionetas de la policía estatal y militares que velaron para evitar cualquier percance o incidente. Ninguno de los familiares de Ana Rosa asistió al entierro. Una vez llegados al camposanto, junto a una máquina retroexcavadora cavaron la tumba para posteriormente dejar la caja, la cual se cubrió con la tierra del lugar, aunque esta vez no hubo nadie para decir unas últimas palabras.
Esta vez no se presentó nadie para dejar flores o rezar, como normalmente se acostumbra en este tipo de eventos. Solo estaban presentes los empleados de la funeraria, policías estatales y del Ejército mexicano para estar presentes en el último día del cuerpo sobre la faz de la tierra. Culpable o no, Ana Rosa no tuvo a nadie de su familia para darle la última bendición.
¿Qué pasó con Ana Rosa?
El pasado Jueves Santo, Ana Rosa fue sacada de su domicilio en Taxco, junto a sus dos hijos, para ser brutalmente golpeada por una muchedumbre enfurecida por el asesinato de la niña Camila. La mujer murió poco tiempo después debido a la golpiza que recibió por parte de las personas que acudieron a su hogar. Esa misma tarde fue llevada al Semefo de Iguala, donde permaneció abandonada por su familia debido a la tensión reciente frente al hecho que conmocionó a miles de mexicanos.
Sus familiares no recogieron el cuerpo para llevarlo a Taxco y darle la sepultura adecuada, por temor a que les ocurriera algo a ellos. Por otro lado, el caso de Camila se convirtió en un hecho que perturbó al país debido a la forma en que sucedieron los hechos. Lo que parecía ser una tarde de juegos con la hija de Ana Rosa terminó en un infanticidio que provocó protestas en todo el país. Personalmente, independientemente de si la mujer resultó culpable o no, lo mejor habría sido enfrentar el peso de la ley y recibir el castigo correspondiente. Sin embargo, la creciente incidencia de casos similares llevó al linchamiento de la mujer.
Crédito: Quinto Poder