Un menor de 13 años se aventó desde la ventana del segundo piso de su escuela en el barrio Carabanchel, de Madrid, España, por lo que ahora se encuentra en estado grave, luego de sufrir la rotura de sus extremidades inferiores, contusiones y posibles lesiones internas.
El joven fue llevado al hospital, mientras que las investigaciones de los agentes tutores de la Policía Municipal indican que el chico tomó esta decisión tras enterarse de que había sacado malas calificaciones y tenía miedo que sus padres lo regañaran.
Las mismas fuentes policiales descartan otras hipótesis sobre el caso, el cual ocurrió el 25 de abril durante las 10:00 horas en un colegio religioso privado de Carabanche.
Todo comenzó cuando el joven se dirigió al pasillo del segundo piso para después abrir una ventana de la fachada exterior del centro escolar y se aventó al vacío. Cayó de pie sobre la acerca de la calle, fuera de la escuela, según testigos.
Varias personas que iban pasando en la calle auxiliaron al menor y notificaron al conserje de la escuela, quien alertó a los docentes de lo que había pasado.
Los doctores acudieron al colegio para atender al menor y lo inmovilizaron. La ambulancia fue escoltada por la Policía Municipal hasta el hospital, donde ahora permanece ingresado. Hasta el centro escolar también llegó el psicólogo de guardia del Samur.
La escuela abrió una investigación de los hechos y ya llevado también el caso a la inspección educativa. Incluso ofreció el centro de asistencia psicológica a los compañeros del estudiante y profesores que estaban conmocionados tras este incidente.
Los padres del menor fueron avisados de lo que había sucedido, por lo que primero llegaron a la escuela y después al hospital.
Cabe señalar que la Comunidad de Madrid presentó en marzo una guía dirigida a familias y educadores que busca prevenir el suicidio infantil. Se trata de un manual creado por profesionales de la salud mental que busca ofrecer herramientas para reconocer los signos de alerta y actuar a tiempo.
Esta guía ha contado con la participación de jóvenes que han mostrado sus experiencias, así como la de psicólogos y psiquiatras especializados en la salud mental infantil y juvenil.
De igual manera, el Ministerio de Sanidad dispuso de una línea de atención a la conducta suicida. Se trata de una línea telefónica de ayuda a las personas con pensamientos, ideaciones o riesgo de este comportamiento, y a sus familiares y allegados.
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