En febrero de este año, el caso de la mantarraya Charlotte de un acuario de Australia le dio la vuelta al mundo, pues según personal de este recinto, Charlotte se había logrado embarazar por sí misma, aún cuando era virgen. Sin embargo, recientemente el veterinario que confirmó su embarazo ha compartido nuevos detalles que cuestionan esta afirmación, además de ofrecer un giro trágico para Charlotte.
El Dr. Rob Jones, de The Aquarium Vet, reveló que solo vio imágenes fijas de ultrasonido y nunca confirmó un embarazo real. Además, se descubrió que Charlotte sufre una rara enfermedad reproductiva, lo que sugiere que nunca estuvo embarazada.
¿De dónde surgió la confusión?
Expertos consultados por The Daily Mail apuntaron que las mantarrayas mayores, como Charlotte, son propensas a esta enfermedad, que puede ser mortal si no se trata. Por si fuera poco, el medio intentó contactar a los responsables de Charlotte, pero ante la falta de respuesta por parte del Acuario & Laboratorio de Tiburones, se ha generado incertidumbre sobre el estado de salud de Charlotte.
La idea de que un tiburón pudiera ser el padre fue rápidamente desacreditada debido a diferencias genéticas insuperables entre tiburones y mantarrayas.
Un milagro viral
La historia de Charlotte atrajo la atención mundial cuando se sugirió que podría ser un caso de partenogénesis, un tipo de reproducción asexual. Sin embargo, esta teoría ha sido cuestionada en medio de la confusión y la falta de claridad sobre el estado de salud de Charlotte.
El profesor Larry Boles, de Oregon Coast Community College, ha expresado su preocupación por el bienestar de Charlotte, señalando que es poco probable que sobreviva mucho más tiempo debido a su condición.
El equipo detrás del Acuario & Laboratorio de Tiburones enfrenta críticas por su manejo de la situación, especialmente después de haber generado tanta expectativa con la supuesta noticia del embarazo de Charlotte.
A medida que se revelan más detalles sobre esta desconcertante situación, el público espera respuestas claras y acciones concretas por parte de las autoridades del acuario.
El caso de Charlotte nos recuerda la importancia de la transparencia y la responsabilidad en la comunicación científica, así como la fragilidad de la salud de los animales en cautiverio. La historia continúa desarrollándose, y el mundo espera conocer el destino de Charlotte y las lecciones que se pueden aprender de esta experiencia.
Crédito: El Imparcial