Luisiana se ha convertido en el primer estado de Estados Unidos en permitir que los jueces ordenen la castración quirúrgica para delincuentes culpables de ciertos delitos sexuales contra menores. La medida fue promulgada por el gobernador republicano Jeff Landry, según confirmó su oficina a The Associated Press el pasado viernes.
Aunque esta pena se utiliza en otros países como la República Checa y Nigeria, su aplicación en Estados Unidos marca un precedente.
Sin embargo, críticos la han calificado de “cruel e inusual”, argumentando que podría enfrentar desafíos constitucionales.
La condena será válida a partir del 1 de agosto
La legislación de Luisiana permitirá a los jueces condenar a la castración quirúrgica a aquellos declarados culpables de delitos sexuales graves contra menores de 13 años, como violación, incesto o abuso sexual. La decisión no será automática y dependerá de la evaluación individual de cada caso por parte del juez.
Actualmente, 2,224 personas están encarceladas en Luisiana por estos delitos. La ley se aplicará únicamente a los crímenes cometidos a partir del 1 de agosto de este año, cuando ésta entra en vigor.
El proyecto de ley recibió un amplio respaldo en ambas cámaras legislativas, dominadas por los republicanos. La senadora estatal demócrata Regina Barrow fue la autora de la propuesta, aunque la mayoría de los votos en contra provinieron de legisladores demócratas.
Durante la discusión legislativa, Barrow defendió la medida argumentando la necesidad de proteger a los menores vulnerables: “Estamos hablando de bebés que son violados por alguien”, expresó en una reunión de comité en abril, subrayando la gravedad de los delitos que pretende prevenir la ley.
Castración química en Estados Unidos
Otros estados como California, Florida y Texas ya tienen leyes que permiten la castración química para ciertos delitos sexuales, una opción que los infractores pueden elegir en algunos casos. Sin embargo, ningún otro estado permite que los jueces impongan directamente la castración quirúrgica, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.
En Luisiana, donde desde hace 16 años existe la opción de castración química, esta pena ha sido raramente impuesta. A diferencia de la castración química, que utiliza medicamentos para reducir el deseo sexual bloqueando la producción de testosterona, la castración quirúrgica implica la remoción quirúrgica de los testículos o los ovarios, un procedimiento mucho más invasivo.