Las autoridades de California aseguraron este jueves que el actor Matthew Perry fue víctima de una red delictiva clandestina distribuidora de ketamina y apuntaron que hasta el momento han imputado a cinco personas por su muerte, entre ellos a su asistente personal.
“La investigación ha revelado la existencia de una amplia red criminal clandestina responsable de la distribución de grandes cantidades de ketamina al Sr. Perry y otros”, informó en una conferencia de prensa Martin Estrada, fiscal para el Distrito Central de California.
Según Estrada, esta red incluía a su “asistente directo, varios intermediarios, dos médicos” y una traficante de drogas llamada Jasveen Sangha, conocida como ‘la Reina de la Ketamina'”.
Las autoridades relataron que Perry obtuvo la ketamina que terminó con su vida de parte de Sangha, que la jeringa fue proporcionada por el médico Salvador Plasencia y que fue su asistente personal, Kenneth Iwamasa, quien inyectó la droga al actor el día de su muerte el pasado 28 de octubre.
Tanto Plasencia como Sangha fueron arrestados este jueves en el sur de California.
El fiscal añadió que los acusados aprovecharon “los problemas de adicción” de Perry para sacar provecho de él y “enriquecerse”.
Hasta el momento tres personas se han declarado culpables, entre ellos Iwamasa, quien admitió haber inyectado la droga al actor; el doctor Mark Chavez, que aseguró que le vendió ketamina a Plasencia; y Erik Fleming, un conocido del actor que declaró que obtuvo la ketamina de Sangha.
Perry falleció en su casa de Los Ángeles y su autopsia reveló que fue por los efectos de “los altos niveles de ketamina” hallados en sus muestras de sangre post mortem, además de factores como el “ahogamiento, enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina”.
En mayo, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) y la Administración para el Control de Drogas (DEA) anunció que había iniciado una investigación criminal conjunta sobre cómo murió el actor de ‘Friends’.
El intérprete, celebrado por su personaje Chandler Bing, había hablado sobre lo duro que había sido lidiar contra las adicciones en su libro de memorias ‘Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing: A Memoir’ (2022).