Sinaloenses narran el miedo de ir al supermercado en plena ola de violencia en Culiacán

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En Culiacán, Sinaloa, la vida ha cambiado drásticamente tras la captura de Ismael “Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, lo que ha desencadenado una ola de violencia sin precedentes. Los enfrentamientos entre facciones rivales del crimen organizado, como Los Chapitos y La Mayiza, han dejado una estela de caos y miedo. Para los culichis, el simple hecho de ir al supermercado se ha convertido en una experiencia cargada de ansiedad e incertidumbre.

Supermercados vacíos y calles desoladas: La nueva normalidad en Culiacán

La violencia ha impuesto un toque de queda autoimpuesto. Los supermercados, que solían ser parte de la rutina diaria, ahora son puntos de tensión. Estantes vacíos, filas interminables y horarios reducidos son solo algunas de las imágenes que los residentes han compartido en redes sociales.

En TikTok, usuarios han mostrado cómo los productos básicos como el huevo, el pan y el papel higiénico escasean debido al pánico. Uno de los videos más populares muestra a una joven explicando cómo tuvo que cambiar de planes: “Íbamos a ir al Sam’s, pero ya nos dijeron que hay balaceras cerca”. Esta situación refleja cómo la inseguridad ha trastocado la vida cotidiana de los sinaloenses.

El impacto económico: Millones en pérdidas para los comerciantes

La Unión de Comerciantes de Culiacán (UCC) estima que las pérdidas económicas de los últimos días de violencia han superado los 800 millones de pesos. Con los negocios cerrados o funcionando a medias, muchos comerciantes enfrentan incertidumbre sobre el futuro de sus empresas.

Durante una reunión con empresarios, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, trató de tranquilizar a los presentes, asegurando que el gobierno está “haciendo todo lo posible” para controlar la situación. Sin embargo, los empresarios han solicitado más seguridad, especialmente en las carreteras y centros de distribución, para poder reactivar sus operaciones ante el impacto económico.

Redes sociales: El testimonio de una ciudad en crisis

El impacto emocional también ha sido evidente en las redes sociales, donde jóvenes de entre 15 y 25 años han compartido videos de cómo la violencia ha afectado sus vidas. Una madre mostró cómo sus hijos observaban las calles vacías desde la puerta, mientras otro usuario escribió: “El culiacanazo me agarró desprevenida en lunes y sin huevos”, reflejando la incertidumbre ante la escasez de alimentos.

La ansiedad por la violencia ha llevado a las personas a vestirse rápidamente y salir en pijama para realizar las compras antes de que cierren los establecimientos. “Solo alcancé un carrito roto y ya no había plátanos ni huevo”, comenta una joven en su video, mostrando los efectos tangibles del miedo colectivo.

¿Qué dice el gobierno?

El gobernador Rocha Moya ha intentado minimizar la percepción de inseguridad, afirmando que el estado tiene la situación controlada. Sin embargo, los habitantes y empresarios de Culiacán siguen exigiendo mayor presencia policial y rondas de vigilancia para poder retomar sus actividades cotidianas sin el miedo constante a un enfrentamiento.

Además, los ciudadanos piden que se establezca una Red Segura que conecte a las autoridades con los comerciantes, brindando información y protocolos de seguridad en tiempo real.

Conclusión

La vida en Culiacán está lejos de volver a la normalidad. Lo que antes era una actividad rutinaria, como ir al supermercado, se ha convertido en una carrera contra el reloj y el miedo. Las redes sociales han permitido a los habitantes expresar su frustración y ansiedad, mientras que los empresarios luchan por mantener sus negocios a flote en medio del caos.

Crédito: La Verdad Noticias

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