El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a calificar este miércoles al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de “genocida” y sostuvo que es necesario que la comunidad internacional “lo detenga” para evitar más muertes.
“Creo que los países que le dan sustento al discurso de Netanyahu deben hacer un esfuerzo mayor para que ese genocida se detenga”, declaró Lula en Nueva York, en una rueda de prensa tras su participación en la Semana de Alto Nivel de las Naciones Unidas.
El presidente brasileño condenó “de la forma más vehemente” la ofensiva de Israel sobre el grupo Hizbulá en el Líbano y lamentó los casi 600 muertos que ha dejado en los últimos días, entre los cuales dijo que hay “94 mujeres y 50 niños”, según los datos de que dispone.
“Todo eso se suma a lo que yo llamó de genocidio en Gaza”, agregó Lula, quien lamentó la incapacidad de la comunidad internacional y de la propia ONU para “contener” a Israel.
“Varias propuestas para un cese del fuego fueron aprobadas”, pero Netanyahu “no las cumple”, reclamó el presidente brasileño, quien en ese marco volvió a exigir una reforma de los organismos globales, de la propia ONU y, en especial, de su Consejo de Seguridad.
Lula también reiteró su condena al terrorismo del grupo Hamás y dijo que Brasil, junto el resto de la comunidad internacional, está “peleando para que libere a los rehenes” israelíes que aún mantiene en su poder.
Según Lula, quien se dijo convencido de que “la mayor parte del pueblo de Israel no concuerda con ese genocidio” y la escalada militar, “la humanidad no puede convivir ni aceptar con normalidad lo que está pasando” en Oriente Medio.
Lula, quien mantiene una dura posición crítica sobre la respuesta de Israel a los atentados de octubre de 2023, ya había condenado la escalada del conflicto en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
“Lo que comenzó como una acción terrorista de fanáticos contra civiles israelíes inocentes se ha convertido en el castigo colectivo de todo el pueblo palestino”, afirmó Lula este martes ante la Asamblea General.
Por sus airadas críticas a la ofensiva israelí sobre Gaza, Lula ha sido declarado “persona non grata” por el Gobierno de Netanyahu, a lo que respondió retirando al embajador de Brasil en Israel y reduciendo a mínimos las relaciones con ese país.