Una obra de Claude Monet (1840-1926) que perteneció al ex primer ministro británico Winston Churchill y que en su día resultó dañada por el humo de los muchos puros Habanos que solía fumar el político conservador se expone desde mañana en la Galería Courtauld de Londres.
Ese cuadro, ‘Charing Cross Bridge’ (‘El puente de Charing Cross’) forma parte de ‘Monet and London. Views of the Thames’ (‘Monet y Londres. Vistas del Támesis’), un grupo de extraordinarias pinturas del genio impresionista francés que revelan la absoluta devoción del pintor por esta ciudad, su clima, y su característica bruma, que retrató en incontables ocasiones.
Karen Serres, la comisaria de la muestra, dijo a EFE que el pintor “estuvo muchos años fascinado con Londres (…) Y vino por primera vez en 1870 cuando era un joven pintor con su mujer y su hijo huyendo de la guerra en Francia”.
La experta explicó que siempre tuvo en mente la capital británica y quiso pintar algunos de los efectos que generaba en los paisajes la niebla sobre el Támesis, algo que logró realizar 30 años después, cuando regresó en 1899, “con mucho más dinero” y pudo alojarse en el hotel Savoy, justo en la orilla del río londinense.
“Monet adoraba Londres y especialmente su clima (…) Un golpe de viento podía, de repente, abrir el cielo y entraba el sol para rápidamente volver a la oscuridad. Para él -observó Serres- esto era un desafío. Decía que no había un país más extraordinario para un pintor”.
Durante su estancia en la capital, el artista comenzó a pintar casi un centenar de pinturas que no llegó a terminar y que se llevó con él a su estudio en Giverny (al noroeste de París), donde las remató para exponerlas en una exitosa exposición en la capital francesa de 1904.
Aquella fue “su exposición más exitosa hasta la fecha” y quiso repetirlo en Londres, si bien se encontró con que para entonces ya había vendido muchas de esas obras a coleccionistas que no accedieron a prestarlas para una nueva muestra en Inglaterra.
“Esta es la primera vez que estos trabajos se exponen juntos y es muy pertinente que estén aquí, en la Galería Courtauld, tan cerca de donde se pintaron”, a apenas 300 metros del citado hotel, explicó Serres.
La experta destacó asimismo el cuadro que perteneció a Churchill, que estaba colgado en la residencia de campo del político ‘tory’ en el condado de Kent (al sureste de Inglaterra), un regalo de cumpleaños que le hizo su agente literaria al entonces parlamentario, en 1949, ya que Monet era su “artista favorito”.
El cuadro, pintado en 1902, permaneció en una sala de dibujo de la residencia del político y “estaba muy oscurecido por el barniz y especialmente por todo el humo de los puros, ya que Churchill fumaba diez puros al día, así que esta pintura nunca se ha expuesto hasta ahora”.