Por: Paul Cabrera
Astrónomos de la NASA, utilizando el telescopio espacial James Webb, han realizado un hallazgo sin precedentes que podría cambiar la comprensión de la evolución galáctica. Han detectado una galaxia antigua, denominada GS-NDG-9422, que existía solo mil millones de años después del Big Bang. Este descubrimiento sugiere que podría tratarse de un “eslabón perdido” entre las primeras estrellas del universo y las galaxias bien establecidas que conocemos hoy en día.
El equipo de investigación, liderado por Alex Cameron de la Universidad de Oxford, ha revelado que esta galaxia está atravesando una fase intensa de formación estelar dentro de una densa nube de gas. Lo sorprendente es que, a diferencia de lo que se ha observado en otras galaxias, el brillo extraordinario de GS-NDG-9422 no proviene directamente de sus estrellas, sino del gas sobrecalentado que las rodea, eclipsando su luz. Este fenómeno coincide con las predicciones teóricas sobre el comportamiento de las estrellas de la primera generación del universo, conocidas como estrellas de Población III.
Harley Katz, investigador de las universidades de Oxford y Chicago, ha explicado que las estrellas en esta galaxia son mucho más calientes y masivas que las que se encuentran en el universo local, alcanzando temperaturas superiores a los 80.000 grados Celsius (140.000 grados Fahrenheit). Este descubrimiento ha sido confirmado mediante simulaciones informáticas que recrean el comportamiento del gas interestelar sometido a la radiación de estas estrellas.
El estudio de la galaxia GS-NDG-9422, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, ha dejado a los astrónomos con preguntas intrigantes sobre las primeras etapas del universo. Si bien no se trata de estrellas de Población III, este hallazgo ofrece una visión única sobre cómo las galaxias comenzaron a formarse después del Big Bang y cómo el gas y las estrellas interactuaban en el universo primitivo.
“Es exactamente el tipo de fenómeno que esperábamos descubrir con el telescopio Webb”, declaró Cameron, refiriéndose a la capacidad del telescopio para captar luz infrarroja, lo que le permite observar a través de las nubes de gas y polvo que bloquean la luz visible. “Nos encontramos apenas en el comienzo de lo que será una nueva era de descubrimientos sobre el universo temprano”.