Erik Menéndez calificó la nueva serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez como un “retrato deshonesto” de los crímenes que él y su hermano Lyle cometieron. Además, acusó al creador de la serie, Ryan Murphy, de “calumnias devastadoras”.
Los hermanos Menéndez fueron declarados culpables por los asesinatos de sus padres, José y Kitty, en 1989. Fueron arrestados en marzo de 1990 y acusados de asesinato en primer grado y conspiración para cometer asesinato. En 1996, ambos recibieron sentencias de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. En 2024, surgieron nuevas pruebas que podrían conducir a su liberación.
Actualmente, los hermanos cumplen cadena perpetua en el centro penitenciario RJ Donovan, ubicado en San Diego, California.
La serie Monstruos está protagonizada por Javier Bardem y Chloë Sevigny en los papeles de José y Kitty, mientras que Nicholas Chávez y Cooper Koch interpretan a los hermanos Menéndez. El drama aborda los desgarradores abusos sexuales que Lyle y Erik denunciaron haber sufrido a manos de su padre, aunque Erik Menéndez acusó a Murphy de distorsionar la verdad en su representación.
Menéndez respondió a la serie mediante un comunicado publicado en X/Twitter por su esposa, Tammi. El mensaje expresa lo siguiente:
Creía que habíamos superado las mentiras y las representaciones dañinas de Lyle, en las que se dejan en evidencia mentiras horribles y descaradas que están presentes a lo largo de toda la serie. Quiero pensar que lo hicieron a propósito.
Siento una gran tristeza, ya que creo que Ryan Murphy no puede ser tan ingenuo e impreciso respecto a lo que sucedió en nuestras vidas como para hacer esto sin una mala intención.
Me decepciona saber que la representación engañosa de Netflix de las tragedias relacionadas con nuestro crimen ha distorsionado la verdad y ha vuelto a poner en la mesa la narrativa que construyó la fiscalía, la cual tenía como fundamento que los hombres no sufrían abusos sexuales y el trauma de la violación no los afectaba de la misma manera que a las mujeres.
A lo largo de las últimas dos décadas, esas mentiras tan horribles fueron refutadas y desenmascaradas por miles de víctimas que vencieron la vergüenza y han tenido la valentía de contar su historia. Pero ahora Murphy moldea su espantosa narrativa con una vil y grotesca caracterización de Lyle y de mí, acompañada de oscuras calumnias.
¿No basta con la verdad? Respetemos la verdad. Qué desalentador es saber que un hombre con poder puede socavar décadas de progreso relacionado con la visibilización de los traumas infantiles. La violencia nunca es la respuesta ni la solución y siempre es trágica.
Como tal, espero que nunca se olvide que la violencia contra un niño genera un centenar de situaciones horrendas que se ocultan detrás de apariencias y raramente quedan expuestas hasta que una desgracia afecta a todos los implicados. A quienes me han dado una mano y me han apoyado, gracias de todo corazón.
Desde el estreno de la serie en Netflix el jueves, los espectadores continúan advirtiendo a otros en las redes sociales sobre lo explícitas que son las escenas de violencia en el programa.
Crédito: The Independent en Español