El gobierno de México debe establecer una clara estrategia con sus prioridades para la revisión que corresponde del Tratado de Comercio México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), con un equipo negociador multisecretarial y fuerte para evitar que el nuevo gobierno de Estados Unidos socave el acuerdo comercial regional y las reglas internacionales.
Guillermo Malpica, consejero regional de inversiones del Consejo Mexicano de Comercio Exterior región sur (Comce Sur), señaló que no es una renegociación del TMEC, sino que, tal como está previsto, corresponde la revisión del Tratado en 2026, de cómo funciona el tratado y, dado el caso, hacer recomendaciones o adoptar medidas para su futura aplicación; aunque los trabajos preparatorios iniciarán a mediados de 2025.
Por ello, es fundamental que México establezca sus prioridades, cuáles son las áreas más sensibles que se involucrará en la retórica de Donald Trump, quien asumirá la presidencia de Estados Unidos en enero próximo.
Un elemento importante es que el gobierno mexicano defina una agenda más dinámica con EU; defina roles de las Secretarías; separe los temas comerciales de los no comerciales, para no mezclar temas durante la revisión. “La posición mexicana deberá manejar intereses defensivos y ofensivos, eso se logrará con una agenda más dinámica con EU”, dijo el especialista.
“No podemos permitir que crucen temas. Tiene que separarse migratorio, seguridad, de lo económico y lo comercial”, apuntó el especialista.
Si bien México debe preparase para un escenario complicado, con la retórica de Trump, también debe ir con la mira de poner en la mesa varios asuntos pendientes, como el maíz transgénico, o el cumplimiento por parte de Estados Unidos de las reglas de origen en el sector automotriz, pues en éste último punto el panel de expertos dio la razón a México y Canadá y el país vecino no ha cumplido con los ordenamientos.
En ese sentido, el vicepresidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior región sur, Fausto López, apuntó que México deberá estar abierto al diálogo, enfocado a preservar el T-MEC, atento al respeto de los principios negociados en dicho acuerdo.
Aunque algunas declaraciones de Trump pueden ser ‘mediáticas’ -como se comprobó en su anterior administración o en su reciente campaña-, el gobierno mexicano debe tener cautela al respecto para lograr una revisión favorable para las tres naciones de América del Norte.
Ambos directivos del Comce-sur coincidieron en señalar que a Estados Unidos no le conviene modificar radicalmente el tratado o invocar su salida del mismo, pues los primeros que protestarían serían los sectores productivos estadounidenses, tal como hicieron hace seis años, cuando el propio Trump -en su primer periodo como presidente- amenazó con salirse del TLCAN y finalmente surgió el TMEC.