
Kurt Vonnegut fue un escritor, poeta y ensayista norteamericano, reconocido por novelas satíricas y políticamente cargadas como Slaughterhouse Five y Cat’s Cradle. Vonnegut fue un autor increíblemente prolífico; centrando mucho de su trabajo alrededor de una crítica a la sociedad norteamericana contemporánea: cuestionando la naturaleza de conflictos bélicos como la guerra de Vietnam, el intervencionismo estadounidense, y la explotación del medio ambiente a través de la industria petrolera y minera. Su prosa se caracteriza por un estilo irónico, con el que describe escenas fuertes y trágicas desde una perspectiva cínica y burlona: enfatizando lo ridículo de la violencia y los conflictos armados y las desastrosas consecuencias que estos causan. Las novelas, historias cortas, y ensayos de Vonnegut son las piezas que lo establecieron como uno de los autores norteamericanos más relevantes del siglo 20, sin embargo, la poesía de Vonnegut, aunque menos reconocida, carga con estas temáticas de una manera lírica e impresionante, sin dejar de lado el cinismo desgarrador que caracteriza el resto de sus textos.
En el poema Requiem, Vonnegut busca transmitir un sentimiento de culpa hacia el lector con relación a el estado del planeta tierra a consecuencia de los abusos ambientales creados por la humanidad. Incluido en A Man Without a Country, la última colección de ensayos publicada por Vonnegut en la cual discute la falta de humanidad en Norteamérica, Requiem es el cierre perfecto para una crítica hacia las estructuras de poder que hacen posible la sobreexplotación de recursos naturales, desplazamientos de poblaciones, y fragmentaciones en la biodiversidad en el nombre del capitalismo. Desde las primeras líneas del poema, Vonnegut posiciona al planeta tierra como una víctima de injusticia (siguiendo la historia Bíblica de la crucifixión), y continúa haciendo alusiones religiosas a lo largo del poema, entrelazadas con toques de ironía y de sátira en la respuesta del planeta hacia la humanidad. Esta respuesta, demuestra el resentimiento sentido por la tierra hacia la humanidad; a pesar de su “sacrificio” simbólico.
El simbolismo religioso usado en la pieza de Vonnegut refleja nociones Cristianas de la benevolencia; de la humanidad como merecedora de todos los recursos, seres y vidas, que habitan la tierra. Sin embargo, no es así. La responsabilidad de la preservación del medio ambiente recae en la humanidad y en la constante lucha contra las estructuras de poder que destrozan al planeta día a día, y en nuestra complicidad con estas. La desesperación y falta de esperanza en la pieza de Vonnegut deben ser leídas como un llamado a continuar la lucha, no a darnos por vencidos.
Requiem
Si el planeta tierra crucificado,
encontrase una voz
y un sentido de ironía,
bien podría decir ahora
sobre nuestro abuso hacia él
“Perdónalos Padre,
No saben lo que hacen.”
La ironía sería
que sabemos
lo que estamos haciendo.
Cuando el ultimo ser viviente
haya muerto a causa de nosotros,
qué poético sería
si la tierra pudiera decir
en una voz flotando hacia arriba
tal vez
del suelo del Gran Cañón,
“Es el fin.” A la gente no le gustó estar aquí.
Kurt Vonnegut, 2005. Traducción al español por Maia R. Becerra
Bibliografía:
Vonnegut, Kurt. “Requiem”. A Man Without a Country. Seven Stories Press. 2005.