El primer ministro japonés se ve salpicado por un nuevo escándalo de donaciones

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El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, se ha visto salpicado por un nuevo escándalo de donaciones de dinero dentro del partido gobernante, después de que su predecesor, Fumio Kishida, dimitiera el año pasado por un caso de fondos irregulares.

Ishiba entregó cheques regalo por valor de 100.000 yenes (unos 620 euros) a cada uno de los 15 diputados del Partido Liberal Democrático (PLD) que asistieron a una cena en su residencia oficial a comienzos de mes, según los detalles recogidos este viernes por los medios nipones.

El propio primer ministro admitió estas donaciones que según dijo provenían de su propio bolsillo y estaban dirigidas a recompensar “el trabajo duro” de los políticos, afirmó que se ajustan a la legalidad y pidió disculpas por causar “preocupación” con el tema, en declaraciones realizadas este viernes.

La ley nipona de control de fondos políticos prohíbe expresamente las donaciones de dinero o activos financieros, incluyendo cheques regalo, en relación con las actividades políticas de los recipientes.

“No fue una donación relacionada con actividades políticas, así que no entra en el Acta de Control de Fondos Políticos”, dijo Ishiba, quien recalcó que “no ve nada ilegal” en esos regalos.

Todos los parlamentarios devolvieron los cheques que les fueron entregados, según señalaron fuentes del PLD a los medios locales.

Los partidos de la oposición, que cuentan con mayoría parlamentaria -el PLD gobierna en minoría junto al partido budista Komeito- han comenzado a reclamar la dimisión de Ishiba y han mostrado su intención de presentar una iniciativa para investigar el caso.

Yoshihiko Noda, el líder del Partido Democrático Constitucional (PDC), principal fuerza opositora, calificó de “increíble” que el PLD “sea tan negligente en un momento en que todas las fuerzas discuten la reforma política”, y señaló que su formación “pedirá explicaciones en el Parlamento”, en declaraciones a la cadena estatal NHK.

Una fuente sin identificar del Komeito, socio de gobierno del PLD, dijo a la televisión estatal nipona que el impacto del escándalo en el Ejecutivo “podría ser enorme”.

El caso llega en un momento de baja popularidad de Ishiba, en el cargo desde octubre del año pasado, y cuya capacidad de liderazgo comienza a ser cuestionada incluso desde dentro del sector más conservador de su propio partido.

En las elecciones del pasado 27 de octubre, el PLD de Ishiba perdió su mayoría parlamentaria por primera vez desde 2009, después de la dimisión de su predecesor Kishida a raíz de un escándalo de fondos ilícitos dentro de la formación que propició también una purga dentro del partido.

Ishiba gobierna en minoría y necesita el apoyo de fuerzas de la oposición para sacar adelante presupuestos generales e iniciativas legislativas. Al Ejecutivo le urge aprobar en la actual sesión parlamentaria el presupuesto para el próximo ejercicio fiscal nipón, que arrancará en abril.

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