
Francisco, el papa de los pobres, falleció este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta, por un ictus, causando un gran pesar y estupor entre los fieles, que en la víspera lo habían visto recorrer la plaza de San Pedro del Vaticano en su papamóvil menos de 24 horas antes.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto a las 07.35 horas de hoy, el obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre, su vida entera ha estado dedicada servicio del Señor y de su Iglesia y nos ha enseñado el valor del Evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados”, anunció en un vídeomensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell.
La repentina muerte del pontífice, tras haber superado una larga hospitalización de 38 días y dos crisis que pusieron su vida en peligro, llegó casi cuando menos se esperaba, en su convalecencia en Santa Marta.
Francisco había estado ausente en todos los ritos de la Semana Santa, pero hizo algunas apariciones sorpresa en la basílica de San Pedro y este domingo se presentó en el balcón de la logia central de la fachada para la bendición Urbi et Orbi, antes de recorrer la plaza en lo que ahora puede considerarse su último adiós a los fieles.
A pesar de que se le notaba muy ausente y con dificultad en los movimientos, el papa incluso detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños, después de que por la mañana hubiera recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia para un breve saludo de Pascua.
El papa falleció a causa de un ictus cerebral que le causó un coma y un fallo cardiocirculatorio irreversible, según el parte de defunción, constatada mediante un electrocardiograma, y que fue publicado por el Vaticano.
El documento, firmado por el director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli, certifica que Francisco había padecido un episodio de insuficiencia respiratoria aguda por una neumonía bilateral microbiótica, así como una bronquitis múltiple, hipertensión y diabetes.
El féretro fue velado en la capilla de su residencia por disposición en vida del pontífice, ya que antes de Francisco esto se hacía en la capilla del Palacio Apostólico.
Francisco dejó escrito en su testamento, que fue publicado este lunes, su voluntad de ser enterrado en una capilla en la basílica romana de Santa María la Mayor y en una tumba sencilla.
“Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal como se indica en el documento adjunto. El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”, se lee en le testamento publicado hoy tras su muerte a los 88 años.
El documento, que tiene fecha del 29 de junio de 2022, fue hecho público después de ser trasladado a la capilla de su residencia en la Casa Santa Marta y se divulgó junto al parte de defunción.
“Ofrecí al Señor el sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos”, termina el testamento.
El funeral del papa, antes del domingo
El traslado del cuerpo del papa a la basílica Vaticana para el homenaje de todos los fieles podría tener lugar ya este miércoles 23 de abril, aunque las modalidades y la confirmación del traslado a la basílica del cuerpo para su exposición ante los fieles desde la capilla de la Casa Santa Marta se establecerán y comunicarán mañana, después de la primera Congregación de los Cardenales.
En las congregaciones de los cardenales, que desde hoy han sido llamados a Roma para participar en estas reuniones preparatorias, tendrán que elegir las fechas para el funeral y para el inicio del cónclave.
El Jubileo, el evento católico que se celebra cada 25 años, no se interrumpe, a pesar de la muerte de Francisco, por lo que continuarán los eventos y celebraciones litúrgicas, informó la oficina de prensa del Vaticano.
Por el momento, el Vaticano sí que ha suspendido la canonización del joven italiano Carlo Acutis, que iba a celebrarse este 27 de abril, durante el Jubileo dedicado a los adolescentes, ya que se trata de un evento que sólo puede autorizar un pontífice, según confirmó la Santa Sede en un comunicado.
El fallecimiento del pontífice se ha producido en pleno Jubileo de la Esperanza, convocado por él, que se inició el pasado 24 de diciembre y que terminará el 6 de enero de 2026.