
El helicóptero estrellado el pasado 10 de abril en aguas del río Hudson en Nueva York, y que terminó con la muerte de una familia española de cinco miembros más el piloto, carecía de registros de audio y video, según el informe preliminar de la Junta de Seguridad del Transporte Aéreo hecho público este miércoles.
Detalla además que el piloto tenía un certificado comercial de pilotaje en regla y un certificado médico expedido hacía solo diez días, y que el vuelo que resultó fatal era el octavo que realizaba ese día con ese mismo aparato, destinado a viajes turísticos sobre la ciudad.