España es el país donde más se odia el reguetón

Oriol Rosell, Crítico Cultural: "españa Es El País Donde Más Se Odia El Reguetón"

Vaya por delante que al crítico y divulgador cultural Oriol Rosell no le gusta el reguetón, pero aún así ha asumido el reto de analizar en su nuevo libro por qué este género musical es el favorito de los jóvenes y el más odiado por los adultos, especialmente los españoles.

“España es el país donde más se odia el reguetón”, asegura en una entrevista con EFE Rosell (Barcelona, 1972), que achaca esta animadversión a lo que llama “rencor poscolonial”, una especie de superioridad moral y cultural que hace que muchos adultos españoles vean lo latinoamericano como algo “exótico” y no sean capaces de admitir que, con esta música de origen caribeño, “nos han pasado la mano por la cara a nivel de hegemonía cultural en todo el mundo”.

“No lo acabamos de llevar del todo bien”, ironiza Rosell, que subraya que la “aversión” española al reguetón tiene “un punto de racismo y clasismo”, un “deje colonial oculto en el inconsciente colectivo” que responde al objetivo de “proteger un orden jerárquico: lo español por encima de lo latino”.

Rosell trata de explicar el “choque entre generaciones” que ha provocado este sonido urbano en ‘Matar al papito. Por qué no te gusta el reguetón (y a tus hijos sí)’, obra que ha editado Libros Cúpula y que en los pocos días que lleva en las librerías ha suscitado tanto interés como ‘hate’ por parte de los detractores del género.

“Cuando intentas hablar con seriedad de este tema te saltan a la yugular”, lamenta el también profesor y periodista cultural, que no recuerda un fenómeno juvenil “que provocara una indignación tan profunda entre los adultos como el reguetón”.

Un fenómeno mundial

Oriol Rosell reconoce que, a sus 53 años, el reguetón no le concierne generacionalmente, pero su intención con este libro es proporcionar las claves -musicales, socioculturales y hasta económicas- que permiten comprender por qué las canciones de artistas como Karol G, Bad Bunny, Nicky Jam, Ozuna o J Balvin atrapan a los más jóvenes.

El origen de este fenómeno se remonta a 2004, cuando el puertorriqueño Daddy Yankee lanzó el tema ‘Gasolina’. Aunque el género hacía años que sonaba en las radios, fue este reguetón el primero que consiguió un éxito mundial, rompiendo la frontera idiomática del mercado de habla hispana.

“El reguetón ya era muy conocido en Latinoamérica y en España, pero ‘Gasolina’ lo peta a nivel global. Es ahí cuando cambia el paradigma”, explica Rosell.

Temas que preocupan a los jóvenes

Han pasado más de veinte años y el reguetón sigue copando las listas de éxitos en todo el mundo. Los jóvenes se sienten identificados con unas canciones que hablan explícitamente de dinero, de sexo, de racismo, de materialismo. De los problemas y los temas que les importan y que son completamente diferentes a los que tenían sus padres a su edad.

“La música pop rock blanca, lo que escuchábamos nosotros, ya no sirve para satisfacer los deseos, los anhelos, los miedos y las angustias de los jóvenes. La juventud tiene otras necesidades, otros discursos, y eso lo cubre la música urbana”, apunta el autor.

Y sí, puede que las letras del reguetón sean machistas, pero “toda la música popular lo es”, sostiene Rosell, “desde los Beatles hasta Joaquín Sabina o Guns N’Roses”, porque son fruto de un sistema heteropatriarcal en el que se han perpetuado los roles de género.

El reguetón, además, es una música que surge en entornos muy precarizados, en guetos afrocaribeños de Puerto Rico y Panamá, donde “el feminismo no ha entrado ni mucho menos”.

Hay otro factor que ayuda a explicar la fascinación de los más jóvenes por el reguetón, y es que para ellos lo latino no es nada exótico. La generación Z ha crecido en un diálogo intercultural continuo, ha convivido con latinodescendientes en colegios, parques y discotecas, por lo que esta mezcla cultural forma parte de su cotidianeidad.

Bad Bunny, una superestrella mundial

Si hay un reguetonero que está arrasando actualmente, ese es Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido artísticamente como Bad Bunny. A sus 31 años, es el cantante latino más escuchado en Spotify en todo el mundo en 2024, una superestrella global que ha arrancado su esperada gira mundial con todas las entradas vendidas en cuestión de minutos.

Según Rosell, Bad Bunny “ha sabido conectar con el público” y “ha hecho una estrategia muy inteligente” en su nuevo trabajo, ‘Debí tirar más fotos’, que el autor califica de “discazo panamericano”, ya que “ha cogido influencias de toda Latinoamérica”, convirtiéndose en “el embajador de todo un continente”.

“Ha mezclado discursos de distintos lugares y todo el mundo se siente representado por él”, comenta Rosell, que cree que cuando se está “ante un fenómeno de estas dimensiones no puedes decir simplemente esta música es una mierda y ya está”.

“Me gusta pensar que el disco que acaba de sacar Bad Bunny va a ser una inflexión histórica, creo que va a tener un rol similar al que en su momento tuvo ‘Gasolina'”, concluye el autor, que augura una larga vida al reguetón.

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