
Cerca de 450 colombianos que estaban presos en cárceles de Ecuador regresaron este sábado a su país tras ser deportados por órdenes del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, en un acto que, según la Cancillería colombiana, se tomó de manera “unilateral” por parte del país vecino.
“De los más de seiscientos expulsados registrados a la hora, ya ingresaron al país cerca de 450, mientras que los demás se encuentran en el puente de Rumichaca a la espera”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano en un comunicado.
La canciller encargada de Colombia, Rosa Villavicencio, llegó esta mañana al puente de Rumichaca, ubicado en la frontera entre ambos países, para “verificar de primera mano la llegada de los connacionales y garantizar atención digna y el respeto a sus derechos durante todos los procedimientos”, señaló la información.
De estos primeros 450 colombianos expulsados de las cárceles ecuatorianas, al menos 348 tienen antecedentes judiciales, agregó la Cancillería, que además informó haber solicitado mediante nota verbal la información correspondiente de los demás.
A diferencia de otras repatriaciones previas —en las que los presos debían seguir cumpliendo su condena en Colombia—, en esta ocasión quedaron exonerados de continuar purgando sus penas.
Por tanto, recuperarán la libertad al ingresar al territorio colombiano, siempre que no tengan procesos pendientes con la Justicia del país.
La Cancillería aseguró que, una vez superado el proceso migratorio, los deportados que ya se encuentren en Colombia recibirán “hospedaje, alimentación y transporte hasta su destino final”.
Colombia y Ecuador comparten una dinámica frontera de 586 kilómetros, de la cual el paso de Rumichaca, en el departamento de Nariño, es el principal cruce.
Los primeros presos salieron de cárceles ubicadas en las provincias ecuatorianas de Chimborazo, Carchi y Napo, en operativos conjuntos realizados por las Fuerzas Armadas y la Policía de Ecuador que comenzaron la noche del jueves.
Tras el inicio de las deportaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia afirmó que había expresado su “más enérgica protesta” ante el Gobierno ecuatoriano por “este gesto inamistoso” hacia su país, al haberse tomado la medida de “manera unilateral”.
Según la Cancillería colombiana, Ecuador tomó la decisión de deportar a sus nacionales “desatendiendo las respetuosas y reiteradas solicitudes del Gobierno de Colombia en el sentido de generar un protocolo que permitiera el traslado de estas personas en condiciones dignas, con respeto de sus derechos, y en un proceso seguro y ordenado”.
En el comunicado difundido este sábado, la Cancillería indicó que el viernes se realizó una reunión de coordinación interinstitucional “para definir los procedimientos que garantizarán el ingreso de estos connacionales de manera ordenada, segura y digna al país”, en la que participaron Migración Colombia, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
“Desde el Gobierno Nacional estamos en coordinación con el puesto de Mando Unificado instalado por la Gobernación de Nariño y la Alcaldía de Ipiales con el fin de hacer un monitoreo constante de la situación”, aseguró el Ministerio.
Las prisiones son uno de los epicentros de la escalada de violencia criminal que afecta a Ecuador y que le ha llevado a situarse a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios, algo que Noboa ha buscado contrarrestar al declarar al país bajo “conflicto armado interno” para enfrentar a las bandas criminales, a las que ha catalogado de terroristas.
En ese contexto, el mandatario ecuatoriano ordenó el año pasado la repatriación de presos extranjeros que en ese momento eran unos 3.200 reos, equivalentes al 10 % de la población penitenciaria nacional, la gran mayoría de nacionalidades colombiana y venezolana.