
La lucha contra los incendios forestales que asolan cada verano diferentes países europeos, entre ellos España, no se libra solo con bomberos, mangueras o helicópteros. Las imágenes de satélite ayudan a las autoridades de cada país a preparar sus políticas de prevención, a reforzar las tareas de extinción y a delinear con precisión el perímetro afectado.
A nivel europeo, la mirada desde el espacio para proveer estas imágenes se vuelca en el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), uno de los componentes de los servicios de gestión de emergencias del programa Copernicus de la Unión Europea.
El EFFIS es el servicio que ha permitido conocer este lunes que los incendios forestales de este 2025 en España han arrasado ya más de 350.000 hectáreas y confirmar que será el peor verano para el país desde que Copernicus comenzó a recopilar estos datos, en 2006.
Este servicio común de información nació en el año 2000 de la voluntad de armonizar y estandarizar algo que ya existía de forma disgregada en diferentes países europeos, particularmente en los del sur: un sistema que facilite alertas tempranas de condiciones del entorno, aporte información actualizada del estado de los incendios y provea previsiones a largo plazo, así como registros históricos.
En su día a día, el EFFIS está en contacto constante con la dirección general de Protección Civil de la Comisión Europea, el Centro de Coordinación de Respuesta a Emergencias y el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea, por el cual este verano ha llegado a España ayuda de Francia, Italia, Alemania, Eslovaquia, República Checa, Finlandia y Países Bajos para combatir los incendios.
Durante la temporada de incendios, se celebran reuniones semanales que también incluyen a las autoridades nacionales para que cada país comparta el estado de situación y pueda anticipar si, por ejemplo, van a necesitar ayuda internacional.
En una situación de emergencia, el sistema permite a cada país hacerse una idea de dónde están los incendios y cómo puede evolucionar cada uno de ellos o qué poblaciones, infraestructuras o zonas protegidas podrían verse afectadas por el avance del fuego, lo cuál les permite tomar mejores decisiones a la hora de desplegar los recursos de extinción.
Las imágenes que reciben de sensores en los satélites de Copernicus o incluso de la NASA les ayudan a delinear manualmente el perímetro de cada incendio, una tarea minuciosa que el EFFIS emprende hasta ocho veces cada día en cada incendio activo. Según se van recibiendo fotografías más precisas, el perímetro de las llamas se va refinando cada vez más.
La labor del EFFIS no acaba cuando termina la temporada europea de incendios, ya que desde Bruselas también gestionan el Sistema Mundial de Información sobre Incendios Forestales (GWIS, por sus siglas en inglés), que emprende una labor similar en otras regiones del planeta.
Con la vista puesta en el futuro, el Centro Conjunto de Investigación (JRC) de la UE también participa en proyectos de investigación en los que se hacen simulaciones de diferentes escenarios de precipitaciones o temperatura, así como de cuál sería el riesgo de incendio en cada una de las posibilidades.
Aunque no se puede predecir de forma directa cómo se desarrollarán los próximos veranos en Europa, ya que estos servicios trabajan con estadísticas, los datos ya apuntan a que las temporadas de incendios serán más largas, habrá más olas de calor y las condiciones de base en la lucha contra los incendios serán peores: menos lluvias y temperaturas más altas.