
Los casos de abuso sexual contra menores de edad por parte de sacerdotes católicos en Bolivia son denunciados en la muestra artística ‘Viacrucis de la pederastia’, que busca cuestionar el rol que tuvieron los “perpetradores”, amparados en su autoridad religiosa, en hechos que fueron develados a través de trabajos periodísticos.
La exhibición conjuga los trabajos de las escultoras en fierro Esther Argollo y Danitza Luna, y la activista María Galindo como una creación colectiva del movimiento feminista ‘Mujeres Creando’, inaugurada este jueves en el Centro Cultural de España en La Paz (CCELP).
“El ‘Viacrucis de la pederastia’ es la discusión del poder del cura, simbólico y poder narrativo, estamos discutiendo poder y no la fe”, precisó Galindo a EFE.
Al ingreso de la sala de exposiciones sobresale un mural con el título de la obra, acompañado con tres querubines que derraman lágrimas y lloran sobre un fondo similar a los altares barrocos de los templos.
Lo segundo es un retablo con la secuencia de los abusos del sacerdote jesuita español Alfonso ‘Pica’ Pedrajas, que es presentado como el “santo pederasta” y en la imagen principal está el cura sosteniendo a un niño arrodillado que muestra sumisión.
El caso de Pedrajas ha estado en la mira después de que el medio El País publicó el 30 de abril de 2023 una investigación sobre un diario del jesuita, fallecido en 2009, en el que hace referencia a los presuntos abusos que perpetró contra decenas de niños cuando dirigió el Colegio Juan XXIII, desde 1971, en Cochabamba, en el centro de Bolivia.
Recientemente, la Justicia boliviana sentenció a un año de prisión a los exprovinciales jesuitas en Bolivia Ramón Alaix y Marcos Recolons, ambos españoles y mayores de 90 años, por encubrir las agresiones sexuales de Pedrajas.
En el centro del retablo está ‘Jesusito violado’, que es un niño crucificado que representa a Jesucristo, clavado por dos cardenales y dos obispos, que a su vez pisotean 10 querubines, mientras un papa le impone la corona de espinas.
En un segundo espacio, hecho a base de metal, está la figura hecha en hierro de un sacerdote con mitra, estola y sotana rojos que consagra un cáliz con rostros de niños, mientras que a sus pies hay una jaula con un menor cautivo.
En una tercera sala hay un altar y alrededor, en una especie de percheros, están 13 mitras, cada una con los nombres de sacerdotes acusados de pederastia y con pequeñas reseñas que relatan algunas de sus agresiones, entre ellos el jesuita Luis Roma, fallecido en 2019.
En febrero de 2019, EFE dio a conocer el caso de Roma por una denuncia de un exmiembro de la orden que pidió el anonimato, con base en una treintena de fotografías en las que dijo reconocer al supuesto agresor de varios menores de entre 6 y 12 años, cuyas víctimas figuran en decenas de descripciones que el cura también registró en su diario.
Las víctimas de pederastia en Bolivia anunciaron que pronto se iniciará el juicio contra los supuestos encubridores de Roma y que involucra a miembros de la Compañía de Jesús.
“Cuando hemos conocido los graves casos de pederastia, a través de El País, a través de la investigación de EFE, decidimos asumir este tema porque las consecuencias de un hecho de esa escala no recaen únicamente en las víctimas directas, sino en el conjunto de la sociedad”, remarcó Galindo.
La activista explicó que la muestra busca dirigir la atención del espectador “de las víctimas hacia los perpetradores” desde su “marco de poder” y la autoridad que han ejercido a través de la Iglesia Católica.
Galindo mencionó que la misión de la exposición es proporcionar a los visitantes un “espacio de metáforas y símbolos” para evitar que “los datos que aporta el periodismo” vayan a parar en un “gran saco (costal)” de tragedias que las personas están habituadas a conocer.
“En la criticidad hacia el cura, a la sociedad boliviana le falta un gran trecho por recorrer y (nosotras) vamos a contribuir con un granito de arena”, recalcó la activista feminista.