
Hoy se cumplen 2 décadas de la “operación cicatriz” y la “ansiada unidad” en la Federación de Trabajadores de Puebla, donde una sola planilla encabezada por Leobardo Soto Martínez como secretario general lo convirtió en el cuarto dirigente de esa central obrera.
Entonces lo acompañaron Oscar Lerín Martínez como secretario sustituto, junto con Gonzalo Torres Chietla, se presentó al pleno un sábado 8 de octubre del 2005 en la asamblea congreso de la central cetemista.
Tras la serie de disputas que dirimieron las partes desde enero del 2005 y que se agudizaron entre mayo y agosto, así como las negociaciones desarrolladas por el delegado especial de la Confederación de Trabajadores de México para el Congreso General ordinario de la FTP-CTM, José Luis Carazo Preciado, por fin surgió el anhelado humo blanco.
La asunción de Leobardo Soto como el cuarto dirigente en la historia de la FTP-CTM y el más joven de una federación cetemista a nivel nacional fue atestiguada por el entonces dirigente Joaquín Gamboa Pascoe, quien a su vez fue el tercer líder histórico de la CTM tras las muertes de Fidel Velázquez y Leonardo Rodríguez Alcaine, central que ahora encabeza Carlos Aceves del Olmo, al menos hasta febrero del 2026.
Leobardo Soto relevó en la secretaria general de la FTP-CTM a Adolfo García Camacho, quien mantuvo la dirigencia ocho años a la muerte de Blas Chumacero Sánchez, precursor de esa central en la entidad junto con Leobardo Coca, que se fracturó en 1997 con la formación de una corriente separatista encabezada por Víctor Manuel Carreto Fernández de Lara y Crescenciano España Morales.
A la muerte de España, él mismo fue relevado por Gonzalo Torres Chietla en el Sindicato de Industrias Diversas, mientras que Carreto Fernández de Lara se mantenía el frente del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), posición a través de la cual también buscó la dirigencia de la FTP-CTM, siendo luego relevado por su hijo, quien fue desconocido a la postre por los miembros del Sindicato.
En mayo 2005, el delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional cetemista, José Luis Carazo Preciado, puntualizó que “sin dados cargados”, solo habría un secretario general en la CTM poblana, él que salga electo del Consejo.
La reacción del delegado especial de la CTM en torno a las elecciones surgió luego de las amenazas veladas y manifiestas de que se lanzaron dos planillas, una vinculada con Mariano Ibarra y Leobardo Soto, así como la de la corriente autodenominada renovadora con Jaime Planell y Oscar Lerín, entre otros.
Entonces la FTP-CTM sumaba 83 sindicatos y unos 30 mil trabajadores adheridos, mientras que hoy presume de más de 300 sindicatos y arriba de 80 mil obreras y obreros representados.
Carazó añadió: “tratamos, intentamos sacar este trabajo lo más limpio posible… sí hay dos planillas va a ganar la que represente a la mayoría”. Y para no dejar duda acuñó un si no bajo el discurso de que “tiene más bondades platicar que inventar pruebas, documentos apócrifos o robos, pero, no vengo con la posición ilusa de que con dos o tres palabras se van a convencer”.
Eso sí, la línea monolítica cetemista fue la que prevaleció en aquella reunión, hace ya más de 20 años en el auditorio de la FTP-CTM de la 15 Poniente: “la federación reconocida por la CTM es la que salga del congreso”, concluyó Carazo.
A favor de Leobardo Soto puede decirse que rescató el peso de la Federación en representatividad, por ejemplo, en los consejos del IMSS, Infonavit y los Tribunales Laborales, aunque la separación del cetemismo formalmente del Partido Revolucionario Institucional implicó que prácticamente la central no tenga escaños en el Senado y la Cámara de Diputados.
También destaca la creación del Instituto del Deporte de los Trabajadores que encabeza Javier Silvas Islas y el propio Soto, quien llevó a una selección de futbol en calidad de director técnico a los Juegos Mundiales de los Trabajadores en Loutraki, Grecia, sumando la central 8 medallas.
Otro punto a favor es la entrega de becas y útiles a hijas e hijos de trabajadoras y trabajadores, así como la suma de sindicatos encabezados por mujeres.
Ahora, sin duda, el mandar una señal a México en torno al papel de Carlos Aceves del Olmo y su permanencia por lo menos hasta febrero de 2026 al frente de la CTM sin duda será parte de las agendas del liderazgo estatal.
Autopartes, construcción, metal mecánica, textiles, alimentos y bebidas, comercio al por mayor y por menor, son algunos de los bastiones de la Central Obrera, de la cual uno de sus creadores, Blas Chumacero Sánchez, en sus “buenos tiempos” clamaba: “somos muchos, somos pocos, quien pueda que nos cuente”.