Medidas basadas en la propia naturaleza para combatir incendios

Europa Aconseja Medidas Basadas En La Propia Naturaleza Para Combatir Los Incendios

Las soluciones basadas en la naturaleza, como los cortafuegos verdes, la rehumidificación o la restauración microbiana del suelo son “fundamentales” para reducir en Europa un riesgo de incendios forestales que es “creciente”, según un informe publicado este miércoles por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).

Solo este tipo de medidas harán que los bosques sean más resistentes al cambio climático, añade el estudio, que recuerda que “el fuego siempre ha formado parte del ciclo natural de los bosques”.

Pero los incendios forestales “son cada vez más frecuentes y destructivos” en el continente, “ya que el cambio climático, la expansión urbana y el abandono de las tierras aumentan la probabilidad de que se den las condiciones propicias”, indica.

Entre las soluciones basadas en la naturaleza, en el capítulo de prevención la Agencia habla de la renaturalización del paisaje -“sin confundirla con el abandono de la tierra”-, de la priorización de la vegetación resistente al fuego, de las zonas de amortiguación en torno a áreas urbanas e infraestructuras básicas o de las quemas prescritas.

En la gestión pos-incendios, menciona la reforestación con especies autóctonas y diversas, la regeneración natural asistida y el control de la erosión del suelo.

La selección de las soluciones más adecuadas “requiere un conocimiento profundo de las condiciones y los contextos biofísicos, socioeconómicos y de gobernanza” específicos de cada lugar.

El riesgo de incendios forestales es “especialmente alto” en la interfaz entre los entornos silvestres y urbanos, a la que corresponde el 7,4 % de la superficie terrestre.

La Agencia Europea destaca que el riesgo es el resultado de la posibilidad de que se produzca un incendio y de los posibles efectos del mismo sobre las personas y el medio: “No depende solo del lugar donde pueda producirse un incendio, sino también de cómo la sociedad gestiona la posibilidad de que se produzca y cómo responder a él”.

“La gestión es clave para la mitigación del riesgo”, enfatiza.

Aunque las condiciones de sequía prolongada, temperaturas elevadas y baja humedad estival siempre han convertido a la zona mediterránea en especialmente vulnerable a los incendios, “el cambio climático ha hecho que se den cada vez más en el norte de Europa”.

El abandono de la tierra y el monocultivo son otros factores de riesgo.

“La transición de las plantaciones y bosques de monocultivo a bosques mixtos puede hacerlos más resistentes a las condiciones climáticas actuales y futuras, siempre que se haga de acuerdo con los requisitos de los hábitats locales”, dice la Agencia.

El caso de los bosques de Soria

El informe presenta cinco casos que pueden servir como ejemplo, entre ellos uno en España de “silvicultura sostenible para aumentar la resiliencia de los bosques al cambio climático” en la provincia de Soria.

Allí se aplican medidas como la introducción de especies de hoja ancha en los bosques de coníferas, el control de movimiento de los animales para que no impidan el crecimiento de la vegetación y el uso de cámaras termales para una detección temprana de los fuegos.

En contra de los objetivos de reducción del riesgo de incendios y control de las plagas en los bosques de Soria actúan la presencia de zonas agrícolas que lindan con las forestales (“intereses contrapuestos”) y la falta de un organismo que gestione la multipropiedad.

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