
Miles de practicantes de religiones afrobrasileñas participaron este domingo en la “Marcha de Exu”, un homenaje a uno de los principales orishas de la umbanda y el candomblé, en la que defendieron la tolerancia religiosa en plena Avenida Paulista, la vía más emblemática de São Paulo, mayor ciudad de Brasil.
Esta fue la tercera edición del evento religioso, que debutó tímidamente en 2023, pero ganó musculatura este año con la participación de grupos de músicas de raíz africana y conocidos influenciadores y artistas.
Su crecimiento refleja el propio crecimiento de los practicantes de religiones de matriz africana en Brasil, que, según los datos de los últimos censos, pasaron del 0,3 % de la población brasileña en 2020 hasta el 1 % en 2022.
El evento de este domingo fue animado con repiques de atabaque (tambor de origen africano) y con presentaciones artísticas que destacaron los rituales de las religiones afrobrasileñas, así como con exhibiciones de capoeira (práctica de origen africano que combina elementos de lucha, danza y acrobacia) y maracatu (ritmo creado por los entonces esclavos negros en Brasil).
La mayoría de los participantes en la multitudinaria marcha vistió ropas negras y rojas, los colores que representan a Exú, aunque varios prefirieron el blanco, el color más emblemático para los seguidores de cultos afrobrasileños.
En la edición de este año los participantes caminaron bajo el lema “nunca fue suerte, siempre fue macumba” como una forma de intentar desmitificar la imagen que tienen los brasileños de los ritos y los orishas (entidades) de las religiones afrobrasileñas.
Como forma de luchar contra la intolerancia religiosa, los participantes también exhibieron carteleras intentando desmitificar la imagen de Exu, un orisha que representa las fuerzas de la naturaleza, pero que tanto católicos como evangélicos en Brasil relacionan al demonio.
El anuncio de la primera edición de la “Marcha de Exu” llegó a provocar protestas de grupos cristianos, que cuestionaron un evento para homenajear al supuesto demonio en la misma Avenida Paulista que los evangélicos llenan todos los años en la “Marcha para Jesús”.
Pese a que la marcha transcurrió pacíficamente por cerca de tres horas, al final se registró un incidente entre los participantes y un grupo de evangélicos que intentaba distribuir folletos atacando al demonio, en una referencia a Exu.
Los participantes del evento destacaron la importancia del mismo precisamente para ayudar a combatir este tipo de intolerancia.
“Aún hoy sufrimos mucha intolerancia religiosa porque la ignorancia aún predomina. Las personas tienen miedo de lo que no conocen, pero, con el andar del tiempo y con este tipo de evento, vamos a abrir los horizontes para la gente en esta área religiosa”, afirmó a EFE un practicante que tan solo quiso identificarse como Brandao.
La comunicadora digital Valeria Silva destacó la importancia de que los practicantes de religiones afrobrasileñas puedan contar con eventos de este tipo en que se “exalte nuestra espiritualidad sin que seamos objetos de intolerancia religiosa”.
“Esta marcha es un acto contra la intolerancias religiosa. Sufrimos mucho con la intolerancia. Pero la marcha nos permite mostrar que Exu no es maldad, que Exu es bueno, es camino, es protección, es camino, es unión…”, dijo por su parte el empresario y yutubero Edgar dos Santos Posada, uno de los organizadores.