
Un procedimiento, un acuerdo de conciliación, postuló el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, de cara a terrenos ociosos en parques industriales que fueron otorgados o vendidos a precios de fomento para anclar proyectos, en tanto que el secretario de Desarrollo Económico y Trabajo, Víctor Gabriel Chedraui, dejo abierta la posibilidad de reversión o una fianza en futuros proyectos para proteger los bienes del estado.
Ello luego que Puebla suma una serie de parques industriales con terrenos ociosos, sin industrias desde hace más de 2 décadas, “como el de Tehuacán, (que) prácticamente ya estamos a días de poder ya liberar”, dijo Gabriel Chedraui.
“Estamos platicando con la Consejería (Jurídica), sobre algunos predios, ahí tenemos cerca de seis empresas interesadas en adquirir predios, pero, pues no podemos otorgarlos y no tenemos la certeza jurídica”, acotó.
En torno a los parques industriales, la actual administración estatal ha tenido ya pláticas con algunos empresarios que quisieran vender los terrenos, que poseen, pero no ocupan, “entonces estamos viendo el mecanismo pues, para que no sea ni para Dios ni para el diablo, donde pudieran transmitir (la propiedad)”.
La historia no es nueva, por ejemplo, la llamada Ciudad Textil sumó la compra de predios por parte de industriales del sector que luego acabaron vendiendo para el anclaje de industrias de autopartes.
En ese contexto, a pregunta expresa sobre la pertinencia de incluir cláusulas de reversión en los contratos de parques industriales para garantizar su ocupación, apuntó que “todavía no está aprobado, pero se está viendo esa posibilidad, pero con una pues, un castigo pudiéramos decirlo, o un monto que pudieran entregarle no al gobierno sino al parque industrial, para su mejora y para los próximos pues la idea es que sí esté muy claro la reversión”.
“Ahora que está el polo de desarrollo en la capital de la tecnología aprobado por el gobierno federal, ahí es la posibilidad de la reversión con tiempos, pero también una fianza para proteger los bienes del estado”.
Alejandro Armenta terció: “Él dijo de castigo ¡eh!, ¡no fui yo, porque si no, al rato me van a cargar a mí el…! una penalización, sino, al rato la nota va a ser: el gobierno de Armenta castiga a los empresarios, ya vez que nos traen así…penalización, es un procedimiento, un acuerdo de conciliación”.