Los asesinatos de niños palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este ocupados, perpetrados por fuerzas israelíes o colonos judíos, se han disparado un 250 % desde que Israel entró en guerra con el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza, denunció este lunes el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
“Un total de 143 niños palestinos han sido asesinados en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, desde octubre del año pasado, un aumento de casi el 250 % en comparación con los nueve meses anteriores, durante los cuales 41 niños palestinos fueron asesinados”, indicó la organización en un comunicado.
En promedio, un niño palestino fue asesinado en este territorio cada dos días desde octubre de 2023.
Además, más de 440 niños palestinos han resultado heridos con munición real en estos últimos nueve meses, lo que “genera una grave alarma en torno al uso innecesario y excesivo de la fuerza contra los más vulnerables”, dice Unicef.
“La situación se ha deteriorado significativamente coincidiendo con la escalada de hostilidades dentro de Gaza. Estamos viendo frecuentes denuncias de niños palestinos que son detenidos cuando regresaban a casa desde la escuela, o que les disparan mientras caminan por las calles”, denunció Catherine Russell, directora ejecutiva de la organización.
Las agresiones contra niños se han reportado en 10 de las 11 gobernaciones de Cisjordania, y más de la mitad de los asesinatos tuvieron lugar en Yenín, Tulkarem y Nablus, que son ciudades del norte de Cisjordania que históricamente han sido bastiones de milicias palestinas y donde las fuerzas israelíes han aumentado sus operaciones militares en los últimos dos años.
Las crecientes tensiones en Cisjordania y Jerusalén Este también están afectando al bienestar físico y mental de miles de niños y familias, que viven temiendo diariamente por sus vidas.
“Los niños informan de que tienen miedo de caminar por sus vecindarios o ir a la escuela”, denuncia Unicef.
Antes de que estallara la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre de 2024, tras un ataque del grupo islamista, los niños palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este “ya estaban expuestos a los niveles más altos de violencia en 20 años”, con 41 niños asesinatos en los primeros nueve meses del año pasado.
Por otro lado, los niños israelíes que viven en los asentamientos israelíes de Cisjordania también han sufrido esta violencia, registrándose seis asesinatos entre enero y octubre del año pasado y otros dos después de estallar la guerra.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 al menos 249 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría supuestos milicianos o atacantes, pero también civiles.
El 2023 cerró como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.
El Ejército israelí intensificó sus ya frecuentes incursiones en la Cisjordania ocupada tras el ataque de Hamás del 7 octubre y, desde entonces, han muerto al menos 577 palestinos en incidentes violentos con Israel, principalmente con tropas y una decena de ellos a manos de colonos.
Del lado israelí, han muerto 17 personas en lo que va de año: 11 uniformados y seis civiles, cinco de ellos colonos.
“Lo que los niños necesitan desesperadamente es el fin de la violencia y una solución política duradera a la crisis, para que puedan alcanzar su máximo potencial en paz y seguridad”, dijo Russell.
Israel se hizo con el control de Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967, y desde entonces, mantiene una ocupación militar sobre este territorio palestino. Además, Israel se anexionó toda Jerusalén en 1980.
Por otro lado, Israel promueve una política de expansión colona, a pesar de que los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este son ilegales bajo el derecho internacional.