
Ataques lanzados por Rusia durante las últimas horas han provocado apagones en cinco regiones del norte, el centro y el este de Ucrania, en el marco de una nueva campaña de bombardeos rusos sobre infraestructuras eléctricas y gasísticas ucranianas que ha llevado a Kiev a tomar medidas urgentes para evitar interrupciones masivas de suministro cuando llegue el invierno.
“En la víspera y también durante el día de hoy, Rusia ha atacado infraestructura energética en Ucrania”, se lee en el parte sobre la situación del sistema eléctrico emitido hoy por la empresa pública nacional del sector, Ukrenergo.
Según la nota oficial, los apagones se han producido en las regiones de Cherníguiv (norte), Járkov y Sumi (noreste), Dnipropetrovsk (centro-este) y Donetsk (este).
Las autoridades regionales y centrales habían informado previamente de ataques a infraestructuras energéticas de las regiones de Sumi, Poltava (centro) y Cherníguiv. En esta última región, 61.000 hogares se han quedado sin luz debido a estos bombardeos.
En su discurso a la nación de anoche, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, explicó que ha ordenado al Gobierno y las empresas energéticas públicas que tomen medidas para reforzar el sistema eléctrico.
Zelenski también reveló que está en contacto con aliados como Noruega y Países Bajos para garantizar importaciones adicionales de gas a Ucrania que permitan mantener el suministro cuando bajen las temperaturas.
Rusia ha dañado en los últimos días infraestructuras de procesamiento de gas situadas en las regiones ucranianas de Poltava y Járkov. Anteriores bombardeos fueron dirigidos también a los depósitos de gas ucranianos.
Ucrania respondió este fin de semana a ataques previos de Rusia a sus sistema eléctrico con un bombardeo contra la ciudad rusa de Bélgorod que dejó sin luz temporalmente a unas 40.000 personas.
Bélgorod está situada cerca de la frontera rusa con Ucrania.