Aunque la mayor parte de las profundidades del océano continúa siendo un territorio inexplorado, los avances científicos y tecnológicos han permitido conocer mucho del fondo del mar descubriendo impresionantes criaturas y formas de vida que parecerían sacadas de un cuento de fantasía.
Los esfuerzos de los expertos son muchos, sin embargo, muchas formas de vida esperan aún ser descubiertas, e incluso algunas ya suelen subir a la superficie y dar señales de su presencia, justo como ocurrió en un video que esta causando mucha inquietud entre los internautas.
El clip en cuestión, habría sido captado por el tripulante de un barco que navegaba en altamar, sin embargo, lo que llama la atención, es que la cámara se enfoca en algo que ocurre en el agua, y que, por el movimiento del mar, no es posible distinguir de que se trata.
En las imágenes se observa como otras personas a bordo del navío, se asoman y tratan de descifrar de qué se trata, es entonces, cuando al enfocar el extraño fenómeno, parece ser un animal de proporciones colosales, con escamas y que provoca mucho movimiento, como una enorme ballena que nada por el lugar, aunque, incluso se percibe casi del tamaño del barco.
En tanto, en redes sociales, cientos de internautas comenzaron a hacer suposiciones de qué podría tratarse, y algunos de inmediato relacionaron a la extraña criatura con Godzilla, el enorme reptil producto de la radiación que ha protagonizado muchas películas tanto en Japón, como en Hollywood.
Desde tiempos antiguos, nuestros mares han sido escenario de innumerables historias sobre monstruos marinos que han pasado de boca en boca a lo largo de los siglos y cautivado la imaginación de generaciones enteras.
Los relatos de criaturas como el Kraken, con sus tentáculos inmensos capaces de destrozar barcos, o el Leviatán, una bestia marina de proporciones colosales, han inspirado temor y asombro en igual medida. Y aunque la ciencia ha arrojado luz sobre muchos rincones oscuros del mundo, todavía quedan misterios por resolver en las profundidades de nuestros océanos.
Crédito: Excelsior