El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció este lunes que conmutará las sentencias de 37 de las 40 personas condenadas a muerte a nivel federal, en una decisión adoptada cuando falta menos de un mes para que abandone el cargo.
Todas las sentencias conmutadas se reclasificarán y se convertirán en cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, informó la Casa Blanca en un comunicado.
El mandatario demócrata ha emitido más conmutaciones en el final de su presidencia que cualquiera de sus predecesores recientes en el mismo momento de sus primeros mandatos, según indica la Presidencia estadounidense en esa nota.
Biden, que dejará el cargo el 20 de enero, “ha dedicado su carrera a reducir los delitos violentos y garantizar un sistema de justicia justo y eficaz” y “cree que Estados Unidos debe poner fin al uso de la pena de muerte a nivel federal, excepto en casos de terrorismo y asesinatos en masa motivados por el odio”, explica.
Cuando inició su mandato en enero de 2021 su Administración impuso una moratoria a las ejecuciones federales, y sus medidas de hoy impedirán que el Ejecutivo del republicano Donald Trump “confirme las sentencias de ejecución que no se dictarían con la política y la práctica actuales”.
El mandatario apuntó en un comunicado que las conmutaciones dictadas van en la línea con la moratoria aplicada para casos que no están relacionados con terrorismo o asesinatos en masa motivados por el odio.
A principios de este mes, Biden anunció el indulto para aproximadamente 1.500 estadounidenses (la mayor cantidad en un solo día) que han demostrado una rehabilitación exitosa y un compromiso con hacer que las comunidades sean más seguras.
Esto incluyó conmutaciones de sentencias para casi 1.500 personas que fueron puestas en confinamiento domiciliario durante la pandemia de COVID-19 y que se han reintegrado con éxito a sus familias y comunidades, así como 39 indultos para condenados por delitos no violentos.
Biden también es el primer presidente en otorgar indultos categóricos a personas condenadas por el simple uso y posesión de marihuana y a exmiembros de las Fuerzas Armadas que pertenecen al colectivo LGBTQI+ condenados por conducta privada debido a su orientación sexual.
Entre los beneficiados por la decisión de hoy hay varios hispanos, entre ellos, Daniel Troya y Ricardo Sánchez Jr., condenados a muerte en Florida en 2010 por matar a cuatro personas de una familia en un ajuste de cuentas relacionado con drogas.
También el pandillero de la mara Salvatrucha salvadoreña Jorge Avila-Torrez, condenado por asesinar a dos niñas en 2005 y a un oficial naval en 2009, verá conmutada su pena, así como Edgar Baltazar García, de origen mexicano y que fue condenado a muerte en 2010 por haber matado a otro recluso en la cárcel de Beaumont, en Texas.
“Que nadie se equivoque: condeno a estos asesinos, lamento las víctimas de sus actos despreciables y lo siento por todas las familias que han sufrido pérdidas inimaginables e irreparables”, dijo Biden.
Añadió, no obstante, que guiado por su conciencia y por su experiencia como defensor público está “más convencido que nunca” de que hay que parar el uso de la pena de muerte a nivel federal.
“Con la conciencia tranquila, no puedo dar un paso atrás y permitir que una nueva administración reanude las ejecuciones que yo detuve”, concluyó.