Una profesora de neurociencias jubilada creyó encontrar al amor de su vida en un foro de internet, pero luego de pasarle fuertes sumas de dinero, descubrió que todo se trataba de un engaño en el que los delincuentes usaron la inteligencia artificial para defraudarla.
Y es que Nikki MacLeod, una maestra jubilada de la Universidad de Edimburgo de 77 años de edad, trataba de curar las heridas que le dejó una relación pasada entrando en grupos de chat para conseguir nuevos vínculos amorosos.
Allí encontró a Alla Morgan, una joven culta y atractiva, trabajadora petrolera, con quien rápidamente pasó de la amistad a mensajes cada vez más amorosos y comprometidos, por lo que la investigadora se ilusionó.
Sin embargo, nada de esto era real: se trataba de un grupo de ciberdelincuentes que, aprovechando las ventajas de la tecnología actual, hicieron una mujer ficticia, a medida de la víctima, a la que le robarían 17 mil libras esterlinas, alrededor de 429 mil pesos.
Todo comenzó cuando MacLeod, quien es madre de cuatro personas, inició su búsqueda en un portal de internet dedicado a contactar a gente que quiere conocer nuevas amistades o intereses amorosos.
El flechazo con Morgan fue casi instantáneo, y de los mensajes del chat grupal pasaron a mensajes individuales, donde la presunta trabajadora petrolera le mandaba fotos, videos y audios en los que ni el investigador más audaz podría dudar de su existencia.
La relación fue fortaleciéndose con el tiempo, aún más cuando Alla comenzó a pedirle a la profesora ayuda económica para comprar tarjetas de regalo que emplearía para contratar internet en la lejana plataforma petrolera en la que supuestamente se encontraba.Sin motivos para sospechar, la doctora MacLeod le daba puntualmente el dinero a su amiga para continuar conversando sobre distintos temas, e incluso quedar de acuerdo para verse en el futuro, algo que es imposible, puesto que la apuesta joven no existe.
Las cosas parecían marchar a la perfección entre ambas mujeres, quienes pactaron la fecha en la que por fin Alla Morgan viajaría desde una lejana plataforma petrolífera en el Mar del Norte a Edimburgo para conocer a su nueva amada. El último golpe maestro fue incluso hacer que MacLeod pagara 63 mil pesos por un helicóptero que llevaría a Morgan desde la plataforma a tierra firme, todo ello para que sus planes no se frustraran.
ero bien dicen que la avaricia rompe el saco, y los cibercriminales, confiados en la verosimilitud de su engaño, le reclamaron a la adulta mayor que un depósito no había pasado, por lo que tenía que verificarlo con su banco. Al acudir con la institución financiera, los expertos la alertaron sobre un posible engaño desde esa cuenta, previamente boletinada, por lo que aún pudo recuperar 177 mil pesos. Sin embargo, los otros 429 mil pesos ya se habían esfumado.
Una vez que las autoridades escocesas tomaron cartas en el asunto, la mujer ficticia desapareció de internet, dejando con el corazón roto y los bolsillos vacíos a la doctora MacLeod. “No soy estúpida, pero ella fue capaz de convencerme de que era una persona real y que íbamos a pasar nuestras vidas juntas. Estaba sola, mi pareja me dejó y después de un par de años comencé a hablar con gente en línea por compañía”, señaló la doctora en una entrevista concedida al medio británico MailOnLine.
Crédito: El Heraldo de México