
El miedo que vivimos cuando vemos las noticias lo podemos llegar a experimentar con este caso de la vida real…
El 2024 fue, a mi gusto, uno de los más prolíficos en lo que a producciones mexicanas de alto calibre para la pantalla chica se refiere; un año donde se vio el resultado del largo camino en las narrativas locales de valor que a paso lento han ido haciéndose de espacios más comerciales y con apuestas fuertes por las productoras y distribuidoras; así como las plataformas que ya no tienen miedo de apostarle a relatos y rostros que no acaparan los medios más grandes del país, o algunos si pero no bajo el cobijo de los grandes conglomerados. “El secreto del rio (Netflix)”, “Familia de media noche” o “Las Azules” en Apple TV+ fueron algunas producciones que me han dado tema de conversación últimamente; historias reales y talento representativo que demuestra que México tiene calidad global. Y los primeros meses de este año nuevo son una confirmación de que ese buen camino continua, con el lanzamiento de una propuesta a la que puedo dar ya el reconocimiento de unas de las mejores del 2025; la nueva serie de Netflix, Celda 211.
Por si les suena el título, si la vieron o solo por contexto; esta historia es una adaptación de la cinta española del mismo nombre del año 2009, protagonizada por el gran actor Luis Tosar y dirigida por Daniel Monzón, que se convirtió una de las más aclamadas de los premios Goya y ganadora de ocho galardones en aquel año; creando una expectativa muy alta en mí para su reinterpretación, pero en este 2025 supo adaptarse y llevar a un nivel un poco más profundo su relato, haciéndolo propio de nuestro país. La historia original situada en España (que también es adaptación de una novela del año 2004 del escritor español Francisco Pérez Gandul) sigue a Juan Oliver, un funcionario de prisiones que, se ve atrapado en medio de un motín en la prisión provincial de Zamora. Después de sufrir un accidente al llegar a su nuevo puesto, Juan queda inconsciente y al despertar se encuentra en la celda 211; en medio de un ambiente hostil, donde los reclusos han tomado el control del lugar se ve obligado a hacerse pasar por uno de ellos, todo mientras intenta mantener la calma y la seguridad. Ganarse la confianza de la cabeza del movimiento y hacerse pieza clave del mismo es fundamental para Juan, que durante su estadía se da cuenta de la situación que demandan los presos; justicia en el trato y mejora de las precarias condiciones en que viven a la par de tocar cuestiones propias de la nación y de toda Europa, como es la situación de los prisioneros por asuntos de terrorismo, principales rehenes del motín.
Para mi sorpresa (y también incertidumbre), la producción de Netflix tomó esta sólida historia que temía fuera una adaptación innecesaria y la combinó con un hecho importante de nuestro país; el ataque a la prisión de Ciudad Juárez y fuga carcelaria ocurrida el 1 de enero de 2023, cuando un comando armado atacó y mató a 17 personas (diez custodios y siete reos) en un ataque al Cereso No. 3 de la fronteriza Ciudad Juárez, Chihuahua; donde los sicarios liberaron a Ernesto Piñón de la Cruz alías “El Neto”, líder del grupo criminal Los Mexicles y miembros de la organización. En esta adaptación a serie, Juan pasa a ser un abogado especialista en derechos humanos que visita el penal para conocer de frente a un cliente, pero después del levantamiento entre los prisioneros queda atrapado dentro de El Cereso, por lo que nuevamente, deberá fingir ser un prisionero más mientras se enfrenta a la guerra interna y lucha para regresar con su familia.
Tocando un tema sensible y del que sabemos todos los días, como son los carteles; el caos y actos violentos en Ciudad Juárez forman parte de las historias que se cuentan; teniendo aquí a prisionero de alto perfil conocido como “El Contador”, quien a punto de ser ilegalmente liberado para su extradición, ve frustrado su traslado cuando los presos se amotinan con el interés de tomarlo como rehén principal, junto a familiares y custodios atrapados para exigir mejores condiciones dentro de la cárcel. Esta lucha desata terror y muerte tanto dentro como fuera de la cárcel; puesto que mientras los bandos se enfrentan al interior, grupos delictivos desatan la violencia en las calles como presión para que las autoridades y el gobierno involucrado cumpla con sus demandas de liberarlo, por lo que resolver el conflicto va a quedar en manos de Juan que tiene la presión de que su esposa embarazada esté a salvo y temiendo que él termine siendo el chivo expiatorio.
Una historia que en 6 episodios contextualiza muy bien el tipo de situaciones y noticias que vivimos en nuestro país, actualizada de buena forma a un momento donde las tecnologías dominan nuestra percepción, mientras te deja pensando cuántas injusticias como estás se suscitan en nuestras cercanías sin que se pueda hacer nada al respecto ya que; como Juan, se encuentran de manos atadas sin posibilidad de hacerse escuchar y quedando a merced de los interés de unos cuantos que pueden manejar la situación a su antojo y terminar no solo con su vida, sino con la de sus familiares y su reputación. Esta serie, protagonizada por uno de mis actores del momento, Diego Calva (que justo vimos en 2 de los shows del 2024 que menciono arriba) se convirtió en mis favoritas de lo poco que llevamos del año en curso y si bien, creo que pudo tocar temas con una complejidad aun mayor, cumple su cometido en ser una buena adaptación que se siente mucho en nuestro contexto sin dejar vacíos ni situaciones fuera de contexto y por el contrario realmente reinterpretando muchos de los elementos de la película de Tosar que la hacen ver como una historia independiente. De hecho, un amigo que le vio quedo fascinado sin tener idea de que se trata de una adaptación española de hace casi 20 años. Si están buscando una propuesta interesante y fuerte, que combina el thriller con un acontecimiento real, esta es su opción sin duda alguna.
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