
El juicio por el desahucio de la comunidad de monjas españolas excomulgadas por enfrentarse a la jerarquía católica quedó visto para sentencia este martes, una vista oral en la que las exreligiosas defendieron ser las legítimas propietarias del monasterio del que el Arzobispado de Burgos (centro de España) pretende expulsarlas.
Tras la vista oral de hoy, la justicia determinará si las exmonjas deben o no abandonar el monasterio de Belorado, en el que residen en la actualidad, una salida forzosa que en caso de acordarse tardará en producirse pues cabe recurso ante la sentencia.
Las religiosas de la orden de Hermanas Pobres de Santa Clara rompieron con el Vaticano después de que la Iglesia les impidiera vender un monasterio para comprar otro.
Este desencuentro hizo que decidieran situarse bajo la tutela de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, un católico excomulgado en julio de 2019 y fundador de la secta Pía Unión de San Pablo Apóstol.
La decisión originó el cisma y el enfrentamiento ha dado lugar a varias denuncias cruzadas ante los tribunales, entre ellas por la titularidad del monasterio, en el que siguen residiendo ocho exmonjas, excomulgadas en junio de 2024 por un delito de cisma.
El Arzobispado presentó una denuncia contra las exreligiosas por considerar que las monjas ya no pertenecen a la comunidad religiosa del monasterio de Santa Clara en Belorado, que sigue existiendo y cuyo representante legal es el arzobispo de Burgos Mario Iceta, como comisario pontificio.
Según expuso, cuando las exclarisas decidieron abandonar la Iglesia católica “sin que nadie las coaccionase ni obligase”, perdieron su capacidad de gestión y administración sobre el monasterio y sus bienes.
Por ello, el abogado del Arzobispado aseguró durante la vista que las exmonjas ocupan el monasterio ilegalmente, por lo que deben ser expulsadas del mismo.
El abogado de las exreligiosas defendió que fue la comunidad monástica la que decidió separarse de la Iglesia católica y, dado que “la propiedad del monasterio pertenece a una persona jurídica, que es a la comunidad monástica”, ellas siguen siendo las titulares propietarias del convento.
Aunque las monjas excomulgadas no declararon durante la vista, tras el juicio convocaron una rueda de prensa en el monasterio, en la que comparecieron ante los medios tras la reja de clausura y explicaron que no se plantean salir voluntariamente de Belorado.
En caso de que la justicia decida expulsarlas del monasterio, tomarán la decisión sobre su futuro -y cómo abandonar el convento- en comunidad, aunque una de las exreligiosas admitió que, si solo dependiera de ella, optaría por “resistir”.