Hace 33 años, Nieves de enero se convirtió en el réquiem de Chalino Sánchez, el cantante sinaloense que dejó una huella imborrable en la música regional mexicana. Su historia, llena de lucha, tragedia y superación, culminó en mayo de 1992 con su asesinato, pero su legado vive a través de sus canciones y la leyenda que construyó.
Nieves de enero, el décimo tercer álbum de su carrera, no solo marcó su despedida, sino que consolidó su posición como el Rey del Corrido. Hoy, con más de 248 millones de reproducciones en Spotify, la canción homónima sigue siendo una de las más representativas de su discografía.
El tema que da nombre al álbum fue originalmente compuesto en 1952 por Mario Molina Montes y popularizado por Miguel Aceves Mejía, conocido como el Rey del Falsete. En la versión de Chalino Sánchez, el estilo ranchero fue transformado en un corrido, adaptando la letra con pequeños cambios que imprimieron su esencia única.
Mientras la versión de Aceves Mejía hablaba de desamor con un tono melancólico, Chalino le añadió una fuerza que conectó con el público de los años 90. Su interpretación no solo revitalizó la canción, sino que también la posicionó como un éxito atemporal.
La noche del 15 de mayo de 1992, Chalino cantó Nieves de enero en el Salón Bugambilias de Culiacán, Sinaloa. Minutos antes, recibió una nota que, según testigos, contenía una amenaza directa contra su vida. A pesar de ello, el cantante continuó con su presentación.
Horas después, Chalino fue secuestrado por un grupo armado que se identificó como policías federales. A la mañana siguiente, su cuerpo fue encontrado con signos de tortura y dos impactos de bala en la cabeza.
Este trágico final marcó no solo la conclusión de su carrera, sino el nacimiento de su leyenda.
Chalino Sánchez redefinió el género del corrido, llevándolo de las historias tradicionales al retrato crudo de la vida en los márgenes de la sociedad. Sus canciones, muchas basadas en su propia experiencia, conectaron con un público que veía en él una voz auténtica.
Tras la muerte de su hermano, Chalino emigró a California, donde alternó trabajos humildes con la composición de corridos. Su ascenso desde el circuito local hasta la fama internacional es un testimonio de su perseverancia y talento.
A más de tres décadas de su muerte, Chalino sigue siendo una figura relevante. Canciones como Alma Enamorada y Nieves de enero acumulan millones de reproducciones en plataformas como Spotify, presentándolo a nuevas generaciones que mantienen viva su memoria.
Crédito: La Verdad Noticias