El Comité Nobel noruego ha contactado por primera vez de forma directa con la encarcelada activista y periodista iraní Narges Mohammadi, galardonada con el premio de la Paz en 2023, tras recibir la semana pasada un permiso de tres semanas por enfermedad.
En una videollamada con los miembros del comité que elige cada año al ganador de este premio, Mohammadi reveló que se enteró de la noticia de que había sido distinguida con el Nobel a través de una compañera en el penal de Evin (Teherán).
“En el pabellón de mujeres no tenemos acceso a teléfonos los jueves y los viernes. Sin embargo, ese día, una de mis compañeras consiguió llamar a su esposo, que también estaba en prisión en el pabellón de hombres. Por ellos supimos la increíble noticia de que me habían dado el Nobel de la Paz”, dijo Mohammadi en un vídeo difundido por la organización del premio Nobel.
La activista iraní reveló que al conocer la noticia, el pabellón de mujeres de la prisión de Evin “irrumpió en cantos de ‘Mujer, vida y libertad’ (lema de las protestas en Irán)” y, entre otras canciones, empezaron a cantar una versión del Bella Ciao, que interpretó en la videollamada con el Comité.
Mohammadi, de 52 años, ha pasado una década en prisión y ha sido condenada a más de 36 años por los tribunales iraníes.
Fue distinguida en 2023 con el Nobel de la Paz por su lucha contra la opresión de las mujeres en su país.