
Todos los días vemos perros perdidos en las calles y publicaciones en redes sociales de personas buscando desesperadamente a sus mascotas. Sin embargo, no todos los días una empresa de medios de publicidad exterior responde a ese llamado para apoyar la búsqueda más allá del mundo digital, haciéndola viral en la vida real.
Este fue el caso de Cody, un perro rescatado por el Refugio San Gregorio el sábado 1 de marzo cerca del Parque México. Al encontrarlo, y con la esperanza de reunirse con su familia, Refugio San Gregorio publicó su foto en redes sociales con el hashtag #PerroPerdido, pidiendo ayuda a su comunidad digital para difundir la información.
Al ver esta publicación, JCDecaux México quiso demostrar el poder de su medio para generar un impacto positivo en la sociedad. Así como miles de internautas compartieron el posteo en redes sociales, JCDecaux lo llevó a las calles, colocando la imagen de Cody en kioscos y pantallas digitales en las colonias Condesa, Roma y Polanco, zonas donde Cody tenía más posibilidades de ser visto por alguien que lo reconociera, debido a que fue la zona en donde fue encontrado.
Gracias a la tecnología de compra programática, los anuncios se ubicaron en puntos estratégicos, utilizando segmentación demográfica para llegar a una audiencia con alta afinidad por los animales.
Esta implementación, flexible y en tiempo real, demostró, una vez más, que la publicidad exterior no solo conecta y emociona, sino que, también, puede cambiar vidas logrando que, casos como el de Cody, lleguen a más personas y de esta forma, lograr que regresara con su familia humana, en un tiempo récord, dada la inmediatez que permiten este tipo de anuncios para llegar a más personas.
Por el rotundo éxito, JCDecaux México, como parte de su compromiso de responsabilidad social, decidió hacer este esfuerzo y compromiso aún más grande. Durante un periodo de tiempo, la firma de publicidad exterior seguirá donando sus espacios para difundir anuncios y continuar con la búsqueda de las familias de perros extraviados y, así, aumentar las posibilidades de que los perritos puedan regresar a casa, o encontrar un nuevo hogar para los que no tienen esa fortuna.
La historia de Cody nos recordó el verdadero poder de la publicidad exterior: si puede hacer brillar a las marcas, también puede generar un sentimiento de comunidad que impacte y movilice a las audiencias para actuar frente a causas importantes.
Crédito: Chic Magazine