Estamos a punto de iniciar el Q4, es decir el último trimestre del año, vale la pena hacer un análisis de cómo vamos y cómo queremos que cierre el 2024 en nuestro negocios.
Repasemos lo que ha ocurrido en estos siete meses de año:
En primer lugar vale la pena comentar que este año será irregular, el proceso electoral lo hizo atípico para bien y para mal, parecería que el primer semestre fue lento y se espera que el segundo semestre sea mejor que el de otros años.
Con respecto al tipo de cambio que se había mantenido por debajo de lo esperado y posiblemente de lo ideal para el sector exportador, desde el mes de julio retoma niveles adecuados, por encima de los veinte pesos.
El hecho de que Semana Santa en este año fuera a finales de marzo mientras que el año pasado fuera en abril debilitó el primer semestre en algunos giros pero benefició a otros.
El consumo se comportó de manera extraña a diferencia de otros años, el mes de julio presentó una importante caída, hay varias hipótesis, algunas relacionadas a los efectos de una actitud precavida ante las elecciones políticas y otras como la declarada por el CEO de Pepsico, quien lo atribuyó ante sus accionistas a los cambios en las fechas de depósito de apoyos a la ciudadanía por parte del gobierno federal, recordemos que debido a la veda electoral, estos apoyos se adelantaron y se suspendieron por algún tiempo.
Es extraño pero seguramente algunas industrias como la educación o el entretenimiento aún siguen con afectaciones temporales o permanentes derivados de la pandemia del covid-19.
En relación al tema de capital humano, el reto en el primer semestre sigue siendo lo difícil que es atraer y lograr permanencia del talento joven, muchas empresas han decidido contratar personas de mayor edad.
La inflación parece haber dejado de ser un problema en la cadena de suministro de las empresas aunque en el tema de alimentos y costos de escuelas no ha ocurrido así.
En relación a la tecnología, la inteligencia artificial no nos deja de sorprender, parece ser una herramienta indispensable en cualquier giro.
Como emprendedores debemos entender los factores externos que no podemos controlar pero sí minimizar su efecto negativo o por el contrario convertirlos en áreas de oportunidad en base a nuestras fortalezas.
Tenemos aún un trimestre para crear valor compartido y alcanzar las metas de nuestro plan de negocios.