Dos adolescentes británicos 16 años fueron condenados este viernes por un tribunal de Mánchester a cadena perpetua por el asesinato de la joven transgénero Brianna Ghey, que causó gran conmoción en el Reino Unido.
Como reflejo de la conmoción provocada, la juez tomó la decisión excepcional de revelar los nombres de estos dos menores, Scarlett Jenkinson y Eddie Ratcliffe, descritos como fascinados por “la violencia, la tortura y la muerte”, y “sedientos de matar”.
La magistrada Amanda Yip calificó el asesinato de “brutal y planificado, sádico por naturaleza”, al pronunciar su sentencia contra los adolescentes, que tenían quince años cuando ocurrieron los hechos.
En su dictamen, la jueza concluyó que Scarlett Jenkinson debe cumplir un mínimo de 22 años antes de que se considere su liberación, mientras que Eddie Ratcliffe estará en prisión al menos 20.
El 11 de febrero de 2023, la joven Brianna, de 16 años, fue apuñalada unas treinta veces en la cabeza, el cuello, el pecho y la espalda con un cuchillo de caza, en un parque de Warrington, cerca de Liverpool, al noroeste de Inglaterra, donde residía.
Durante las cuatro semanas del juicio, los dos adolescentes se culparon mutuamente del asesinato, hasta que ambos fueron finalmente declarados culpables en diciembre.
Días después, Scarlett Jenkinson admitió por primera vez ante un psiquiatra que apuñaló a Brianna, explicó el viernes la fiscal Deanna Heer al tribunal.
La joven confesó haber “quitado el cuchillo” a su amigo Eddie, quien no conocía a Brianna antes del asesinato, asestando la mayoría de las puñaladas, y añadió que se sintió “satisfecha y excitada” por lo que hacía.
Antes de llevar a cabo el asesinato, estos jóvenes, identificados hasta ahora como “Chico Y” y “Chica X”, que crecieron en familias consideradas estables, lo planificaron durante semanas, enviándose decenas de mensajes por telefonía.
La pareja elaboró una “lista de posibles asesinatos”, en la que incluyeron a otros cuatro jóvenes, hasta que Brianna Ghey tuvo la “desgracia” de hacerse amiga de Scarlett Jenkinson, quien se “obsesionó” con ella, según los fiscales.
Milenio