Por: Paul Cabrera
Este miércoles 11 de septiembre, el Congreso del Estado de Puebla aprobó la polémica reforma al Poder Judicial, apenas minutos después de que fuera avalada en el Senado de la República. Con 28 votos a favor y 10 en contra, la decisión ha generado un fuerte debate político y protestas en las calles del centro histórico de la capital poblana.
La aprobación se dio tras una sesión que duró más de nueve horas, en medio de un ambiente tenso dentro y fuera del recinto legislativo. Desde la mañana, el Congreso había aprobado en comisiones la minuta enviada por el Senado, sin embargo, la discusión en el pleno se prolongó debido a la presión ejercida por trabajadores del Poder Judicial que se manifestaban en contra de la reforma.
Las protestas frente al Congreso no tardaron en intensificarse. Cientos de manifestantes intentaron en repetidas ocasiones ingresar al edificio, pero fueron contenidos por un fuerte dispositivo de seguridad.
La bancada del Partido Acción Nacional (PAN) se opuso férreamente a la aprobación de la reforma. Ruth Zárate, líder de la bancada, pidió al presidente de la Mesa Directiva, Miguel Octaviano Huerta, cancelar la votación, argumentando que la Sesión Extraordinaria no fue convocada con la debida antelación de 24 horas, como lo exige la ley. A pesar de estos llamados, la votación procedió.
El diputado del PAN, José Miguel Espinosa de los Montero, acusó que los legisladores de la LXI Legislatura actuaron bajo presión para aprobar la reforma, sugiriendo que las órdenes provenían de las más altas esferas del poder. Por su parte, la diputada Lupita Leal expresó que, aunque la reforma se aprobó rápidamente, la democracia en México no termina con esta decisión, pero cuestionó la celeridad del proceso y la falta de atención a otras reformas de mayor relevancia.
La aprobación en Puebla se suma a la de otros estados que han dado luz verde a la Reforma Judicial, incluidos Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo, Veracruz, y otros, todos en sesiones extraordinarias.