Por: Paul Cabrera
Las máquinas expendedoras de municiones instaladas por American Rounds en supermercados de Alabama, Oklahoma y Texas han generado controversia con su iniciativa. Estas máquinas, que garantizan a los clientes una compra de balas rápida y automatizada, cuentan con escáneres de identificación y reconocimiento facial para verificar la edad e identidad. La compañía afirma que este procedimiento asegura que únicamente aquellos mayores de 21 años puedan realizar la transacción, y sostiene que es tan seguro como las compras en línea.
Activistas de control de armas están preocupados por la presencia de estas máquinas en tiendas de conveniencia, ya que creen que el fácil acceso a municiones en lugares tan comunes puede aumentar los riesgos relacionados con la violencia armada. Para Nick Suplina, vicepresidente senior de leyes y políticas en Everytown for Gun Safety, la normalización de la venta de balas en lugares comunes es especialmente preocupante debido al persistente problema de violencia armada en el país.
Aunque haya críticas, American Rounds sigue defendiendo la utilidad de sus máquinas, sobre todo en zonas rurales con escasez de minoristas de municiones. La empresa hace hincapié en que su tecnología de verificación es más rigurosa que la de algunas ventas en línea, las cuales a menudo no exigen una comprobación de edad tan estricta.
Las divisiones en torno al acceso a las armas de fuego en Estados Unidos quedan claramente expuestas durante el debate sobre estas máquinas expendedoras. Mientras algunos aprecian los beneficios y la seguridad de esta tecnología, otros expresan temor de que se pueda agravar el problema ya existente de violencia armada, lo cual ha causado una cantidad significativa de víctimas en este país.