“Crimen farmacéutico” tras incautar 11,1 millones en medicinas falsas
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Las autoridades europeas se han incautado de más de 11,1 millones de euros en medicamentos falsos, incluidos paquetes ilegales de productos farmacéuticos y materia prima, y alertan de la “amenaza creciente” en la Unión Europea del “crimen farmacéutico”, que mueve fármacos ilegales y sustancias dopantes, con un alto impacto en la salud pública y la seguridad.
La agencia europea de coordinación policial Europol publicó este jueves los resultados de la Operación SHIELD V, una iniciativa global contra el tráfico de medicamentos falsificados, mal utilizados y sustancias dopantes ilegales.
Las autoridades policiales, judiciales, aduaneras, médicas y antidopaje de una treintena de países se coordinaron entre abril y noviembre del año pasado contra el “crimen farmacéutico”.
En total, pudieron arrestar o procesar a 418 personas, y abrieron investigaciones a 52 grupos diferentes del crimen organizado. Las autoridades incautaron más de 426.000 paquetes ilegales de productos farmacéuticos; 4.111 kilos de polvo y materia prima; 108 litros de ingredientes activos; casi 175.000 viales y ampollas, y más de 4,6 millones de comprimidos y pastillas.
Estas incautaciones tienen un valor total que supera los 11,1 millones de euros.
La operación fue dirigida por un grupo compuesto por las autoridades policiales de Francia, Grecia, Italia y España, y contó con la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), Frontex, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y agencias nacionales de medicamentos.
Campaña
Europol advierte de que el tráfico de medicamentos falsos “impacta directamente la salud pública y la seguridad, afectando a personas, comunidades y sistemas sanitarios nacionales”, además de causar “grandes pérdidas económicas a empresas legítimas, afectar la credibilidad de las marcas y desincentiva la inversión” en investigación médica.
“Las redes del crimen organizado están detrás de una gran variedad de medicamentos ilegales y sustancias dopantes, vendiendo productos de calidad inferior, mal etiquetados o directamente falsificados, así como desviados de la cadena de suministro legal”, añade la agencia.
El aumento del comercio de medicinas falsas en la Unión Europea y el “gran peligro” que eso supone para los consumidores y la sociedad en su conjunto han llevado a varias instituciones europeas -Europol, la EUIPO y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)- a lanzar una nueva campaña para alertar sobre este problema y proteger a los pacientes y usuarios.
“Las redes sociales y los mercados en línea, tanto en la web visible como la ‘dark web’, siguen siendo claves para la venta de productos farmacéuticos falsos. Estas plataformas brindan anonimato y acceso a un gran número de personas, lo que dificulta la identificación de los delincuentes. Los consumidores deben ser conscientes de los riesgos y evitar financiar el crimen organizado o poner en peligro su propia salud al comprar medicamentos falsos”, advierten.
Los métodos
En un informe publicado también hoy bajo el título “La amenaza de los delitos farmacéuticos en la UE y más allá”, Europol explica que el desvío de medicamentos de la cadena legal de suministro se realiza comúnmente con recetas falsas o robadas, venta ilegal de fármacos obtenidos legalmente, o adquisiciones ilícitas impulsadas por la demanda del mercado y los desafíos en el suministro legal de ciertos productos.
A medida que la demanda de ciertos fármacos aumenta, el crimen organizado “encuentra nuevas oportunidades para expandirse” en el mercado ilegal, advierte Europol. El problema sigue siendo el crecimiento del uso indebido de medicamentos, con o sin receta, así como de otros productos sanitarios con fines recreativos, efectos psicoactivos, pérdida de peso, mejora de rendimiento o estéticos.
Los criminales del sector farmacéutico se centran en una amplia gama de productos, entre ellos: antiepilépticos y anticonvulsivos, opioides sintéticos, fármacos contra el cáncer, para la disfunción eréctil y la diabetes, pseudoefedrina, sustancias dopantes (hormonas y reguladores metabólicos), así como analgésicos, antiestrógenos, antivirales, hipnóticos, antihistamínicos y ansiolíticos.
Los delincuentes dedicados al crimen farmacéutico operan en un “ecosistema en red” que se asemeja a modelos similares a los de las estructuras empresariales, por lo que recurren de forma sistemática a proveedores de “crimen como servicio”, señala la agencia. Esto incluye expertos técnicos, asesores legales y consultores financieros, que “facilitan y optimizan” el proceso delictivo.
Porque, además del crimen farmacéutico en sí, esta actividad ilegal está relacionada con otras actividades criminales: fraude, blanqueo de capitales, evasión fiscal, explotación laboral, corrupción y falsificación de documentos.