
Dicen que el trabajo bien hecho merece recompensa. En el INE lo entendieron tan bien que se autorrecompensaron… con medio millón de pesos cada uno. Sí, la presidenta Guadalupe Taddei y sus consejeros decidieron que las elecciones del Poder Judicial fueron tan “agotadoras” que había que brindar por el esfuerzo… con dinero público, claro.
Lo hicieron con estilo: dos meses de sueldo bruto (262 mil 634 pesos por cabeza) convertidos en un bono de $525,268, aprobado desde marzo y depositado en dos cómodas exhibiciones. Todo muy transparente… hasta que alguien lo pidió en la Plataforma Nacional de Transparencia y la noticia salió de la bóveda del silencio a las redes sociales.
A estas alturas vale recordar que Taddei no es una outsider. Llegó a la presidencia del INE en abril de 2023 gracias al voto mayoritario de Morena y aliados, tras la salida de Lorenzo Córdova. Sonorense, exfuncionaria electoral y de transparencia, con un árbol genealógico que conecta con operadores de la 4T: un primo delegado federal, un sobrino en Bienestar… y un padrinazgo político que la colocó en el cargo más codiciado del árbitro electoral.
El detalle pintoresco: en 2012 se suspendieron estos bonos para consejeros, porque eran un exceso. Pero en 2024 reaparecieron, bajo el argumento de “mantener la tranquilidad laboral”. Traducción: paz a cambio de cheques. Hoy, esa paz cuesta medio millón por cabeza.
Mientras tanto, en un México donde el salario mínimo es de 249 pesos diarios, un trabajador necesitaría cinco años para juntar lo que un consejero cobró “por hacer su trabajo”. Pero, claro, ellos lo ven como “un incentivo justo” por la fatiga de contar votos.
El escándalo no llega en un momento cualquiera: Morena acaba de colocar a sus favoritos en el Tribunal que vigilará al Poder Judicial, la OEA critica el proceso, y el discurso de la austeridad republicana se tambalea entre los viáticos, las dietas y… los bonos VIP.
En la foto institucional, todos sonríen. Afuera, millones se preguntan cómo un árbitro electoral que se presumía renovado adopta tan rápido las viejas mañas del club del privilegio. Medio millón como souvenir de la democracia. ¿Quién dijo que no había incentivos para trabajar en el INE?
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