
El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular con 417 votos a favor, 36 en contra y 0 abstenciones, la reforma a los artículos 19 y 40 de la Constitución en materia de fortalecimiento de la soberanía nacional.
La enmienda establece que bajo ninguna circunstancia el Estado Mexicano, aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero, que sea lesivo de la integridad, independencia y soberanía de la Nación, tales como golpes de Estado, injerencias en elecciones o la violación del territorio mexicano, sea por tierra, agua, mar o espacio aéreo.
También establece que el juez ordenará prisión preventiva oficiosa en el caso del delito de terrorismo; y que a cualquier nacional o extranjero involucrado en la fabricación, distribución, enajenación, traslado o internación al territorio nacional de manera ilícita de uso armas y a cualquier extranjero que realice actividades al margen de la ley vinculadas con los párrafos segundo y tercero del artículo 40 de la Constitución Política, se le impondrá la pena más severa posible, así como la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa.
El diputado federal de Morena, Luis Arturo Oliver consideró que frente a las amenazas externas, es fundamental reforzar la soberanía nacional. “Entendemos por soberanía la potestad suprema de la nación que asegura la capacidad de libre autodeterminación sin aceptar intervención alguna en sus asuntos internos”, afirmó.
También resaltó que esta reforma busca consolidar la independencia de México frente a posibles intervenciones extranjeras que pudieran poner en riesgo la soberanía e integridad del país, y enfatizó que México siempre ha defendido su independencia en el ámbito diplomático, promoviendo una política exterior basada en la autodeterminación de los pueblos y en la solución pacífica de conflictos.
Por su parte, la diputada federal del Partido Acción Nacional, Teresa Ginez Serrano, afirmó que el PAN está favor de esta reforma, sin embargo, consideró que resulta profundamente irónico que se enfatice constantemente el miedo a las amenazas extranjeras, cuando en la realidad cotidiana, el enemigo más devastador para la soberanía nacional ha surgido de nuestro propio suelo, como la delincuencia organizada que no ha necesitado ejércitos ni invasiones formales para doblegar territorios enteros, controlar gobiernos municipales e implementar su propio orden, anulando de facto el poder del Estado mexicano.
“La paradoja es evidente, históricamente hemos enfocado nuestros esfuerzos en proteger el país de incursiones externas, pero ahora son grupos criminales nacionales quienes son más eficientes y han logrado vulnerar nuestra soberanía. El territorio nacional defendido durante siglos por agresores extranjeros, hoy caen en manos de quienes desde adentro desafían abiertamente al Estado”, señaló.