La tripulación del Dali sigue atrapada en la embarcación, siete semanas después del colapso. Los más de 20 hombres dentro del barco no pueden descender de este por un tema de visas.
En marzo pasado, el barco de carga Dali realizaba un viaje de la ciudad de Baltimore, en el estado de Maryland, con dirección a Sri Lanka, mientras transportaba miles de toneladas de cemento y acero. El barco experimentó dos apagones y 10 horas después chocó contra el puente. Seis personas fallecieron en el siniestro.
Casi dos meses después del incidente la tripulación sigue dentro. Se trata de 20 hombres de nacionalidad india y uno de Sri Lanka. Aún no se sabe cuándo podrán descender o volver a sus hogares, ya que existen restricciones de visa y faltan los pases terrestres requeridos para la tripulación.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) han iniciado investigaciones paralelas para determinar qué fue lo que ocurrió y deslindar responsabilidades.
“Son parte del barco. Son necesarios para mantener el barco dotado de personal y operativo”, explicó Shannon Gilreath, almirante de la Guardia Costera, sobre los hombres aún abordo.
Los tripulantes quedaron prácticamente incomunicados con el mundo exterior durante “un par de semanas” después de que el FBI confiscó sus teléfonos celulares, como parte de la investigación, denunció Joshua Messick– director ejecutivo del Centro Internacional de Marinos de Baltimore, una organización no gubernamental que protege los derechos de los marineros–, según reportó la “BBC”.
“No pueden realizar operaciones bancarias en línea. No pueden pagar sus facturas en casa. No tienen ninguno de sus datos ni la información de contacto de nadie, por lo que están realmente aislados en este momento”, detalló Messick. “Simplemente no pueden comunicarse con las personas que necesitan, ni siquiera mirar fotografías de sus hijos antes de irse a dormir. Es una situación realmente triste”.
Según Messick, a la tripulación se le han entregado tarjetas SIM y teléfonos móviles temporales sin datos incluidos. También recibieron paquetes de ayuda de varios grupos comunitarios y particulares, quienes también han donado lotes de bocadillos indios y cobertores.
Darrel Wilson, portavoz de Synergy Marine –la empresa gestora del Dali–, declaró a la “BBC “que la tripulación “está aguantando bien” y agregó que se han realizado envíos de comida india para permitir que los cocineros descansen.
“Todas sus necesidades están siendo atendidas lo mejor que podemos”, puntualizó Wilson.
Varios representantes religiosos, incluidos sacerdotes hindúes, han brindado servicios y apoyo emocional a quienes se encuentran a bordo, reportó el medio británico.
Crédito: Proceso