En 1997, Bill Mall, un joven entusiasta y lleno de vida, salió a divertirse a una discoteca en Florida. La noche prometía ser como cualquier otra noche de diversión, pero se convirtió en el inicio de un misterio que duraría más de dos décadas.
Bill llamó a su novia para decirle que volvería a casa pronto, y los empleados de la discoteca afirmaron que no se veía borracho al salir. Sin embargo, esa fue la última vez que alguien lo vio con vida.
La desaparición de Bill dejó perplejos a todos. La policía llevó a cabo una búsqueda exhaustiva, pero parecía que tanto Bill como su auto habían desaparecido sin dejar rastro.
Días se convirtieron en semanas, semanas en meses, y finalmente años, sin que aparecieran nuevas pistas. La familia y amigos de Bill vivieron en una incertidumbre angustiante, esperando algún indicio que pudiera arrojar luz sobre su paradero.
El caso, con el tiempo, fue archivado, convirtiéndose en uno de esos enigmas sin resolver que suelen llenar las páginas de los periódicos locales de vez en cuando.
Sin embargo, en 2019, 22 años después de la desaparición de Bill, ocurrió un hecho sorprendente que cambiaría el rumbo de esta historia.
Un agente inmobiliario, mientras revisaba un vecindario en Google, notó algo extraño en una laguna. Intrigado, decidió examinar la imagen más de cerca y se dio cuenta de que lo que veía era un automóvil sumergido.
La revelación fue impactante. Inmediatamente, las autoridades fueron notificadas y se organizaron para sacar el vehículo del agua.
Cuando el automóvil fue extraído de la laguna, se confirmó lo que muchos temían: en el interior, se encontraban los restos de Bill Mall.
La conclusión a la que llegaron los investigadores fue que, aquella fatídica noche de 1997, Bill perdió el control del auto después de salir de la discoteca y terminó sumergido en la laguna.
Sorprendentemente, el auto había estado visible en Google Earth desde el 2007, pero nadie se había percatado de su presencia hasta 2019.
Este descubrimiento trajo finalmente un cierre a un misterio que había perdurado durante más de dos décadas. Para la familia de Bill, aunque doloroso, significó el fin de una larga espera y el inicio de un proceso de duelo más concreto.
El caso subraya de manera impresionante cómo las herramientas tecnológicas modernas, como Google Earth, pueden ser cruciales en la resolución de casos antiguos, revelando verdades ocultas a plena vista.
La historia de Bill Mall no solo destaca la tragedia de su pérdida, sino también la increíble coincidencia y el poder de la tecnología en la búsqueda de la verdad.
Un misterio que permaneció oculto durante 22 años, finalmente resuelto gracias a la curiosidad de un agente inmobiliario y el alcance global de Google Earth.
Crédito: El Imparcial