
Como emprendedores, tenemos mil cosas por hacer: atender clientes, crear estrategias, gestionar equipos y hacer crecer el negocio. En este ritmo acelerado, el multitasking parece una solución, pero en realidad nos hace menos eficientes. Saltar de una tarea a otra reduce la concentración, aumenta los errores y agota nuestra energía.
Para optimizar nuestro tiempo y potenciar nuestro negocio, es recomendable aplicar estas metodologías:
• Matriz de Eisenhower: Prioricemos lo urgente e importante y deleguemos lo secundario. Si vender es clave para nuestro negocio, enfoquémonos en ello en lugar de perder tiempo en tareas operativas.
• Ley de Pareto (80/20): Identifiquemos el 20% de tareas que generan el 80% de los resultados. Si la mayoría de nuestros clientes llegan por una estrategia específica, invirtamos más en ella.
• Ley de Parkinson: Establezcamos límites de tiempo para cada actividad y evitemos que se extiendan innecesariamente. Si solemos dedicar una hora a responder correos, probemos reducir ese tiempo a 30-45 minutos.
• Deep Work: Trabajemos en bloques de tiempo sin interrupciones para tareas clave, como planificación o desarrollo de producto. Esto nos permitirá lograr un trabajo de mayor calidad en menos tiempo.
Además, saquemos las tareas de nuestra cabeza y organicémoslas en herramientas digitales o, si preferimos lo tradicional, en una libreta.
Un sistema organizado nos permitirá enfocarnos en lo esencial: hacer crecer nuestro emprendimiento sin agotarnos en el intento.