El yacimiento de San Casciano dei Bagni, unas antiguas termas sagradas de época etrusca y romana de las que en los últimos años emergieron excepcionales bronces, ha revelado este martes nuevos tesoros, como coronas, monedas y numerosas figuras de culebras, advocaciones del genio benigno que custodiaba el lugar.
San Casciano es un pueblo de la Toscana italiana que cuenta con un gran complejo termal usado hace mas de dos milenios por los etruscos y romanos como santuario y en cuyo lodo en 2022 se encontró una veintena de bronces antiguos, un hallazgo excepcional comparado con las estatuas griegas de Riace.
Entre las piezas recuperadas entonces había esculturas de deidades veneradas en este lugar sagrado primero por los etruscos y después por los romanos, así como representaciones de partes del cuerpo por las que se pedía la intervención divina para su sanación.
Hace un año, en noviembre de 2023, se halló una estatua de mármol de casi dos metros de altura del dios Apolo joven con un lagarto.
Las excavaciones y estudios han proseguido en estos meses y ahora, anunció hoy el Ministerio italiano de Cultura, han arrojado nuevos y fascinantes descubrimientos bajo el agua termal y el barro de estas piscinas sagradas.
En esta ocasión, los expertos se han centrado en las profundidades del llamado ‘Bagno Grande’, la piscina más antigua, murada en torno al siglo III a.C y reconstruida luego por los emperadores Tiberio y Claudio, en el primer siglo después de Cristo.
A este lugar, los antiguos moradores de esta tierra acudían a pedir el favor de los dioses por innumerables y personalísimos motivos, arrojando al agua piezas que evocaban estos anhelos, sobre todo deseos de una salud mejor.
Entre las piezas emergidas, hay una estatua de bronce de un niño con una esfera en la mano, alrededor de 10.000 monedas de edad republicana e imperial, dos coronas y más ofrendas votivas con las que los antiguos romanos solicitaban el favor de los dioses.
Entre éstas, han aparecido numerosas figuras de serpientes de todos los tamaños, la mayor de casi un metro, evocaciones de los conocidos como ‘agatodémones’, en la mitología clásica una especie de genio que, en este caso, encarnaba al espíritu bueno del manantial, encargado de interceder con la divinidad.
Uno de los hallazgos más sorprendente es de origen “orgánico”: decenas de huevos, algunos todavía enteros, que se arrojaban al agua como símbolo de renovación y renacimiento.
Asimismo han aparecido objetos en metales preciosos, como un anillo de oro o una moneda acuñada en el reino de Trajano, entre el siglo I y II d.C, o gemas, ámbares o joyas.
“Estos restos nos trasladan un mensaje antiguo pero actual, la conexión entre la salud y la necesidad de cuidarse y la fe, entre el método científico y las prácticas rituales, todo ello vinculado al agua”, explicó el responsable de conservación del ministerio, Luigi La Rocca.
Entre el mármol de estas termas sagradas han aparecido excepcionales inscripciones en lengua etrusca, como peticiones de hombres y mujeres con nombres propios de esa civilización, como Chiusi o Cleusi, así como juramentos en latín.
Otra de las sorpresas encontradas es un bronce de un cuerpo masculino a mitad, del cuello a los genitales, representación de una parte sanada, probablemente de un tal Gaio Roscio.
El director general de museos italianos, Massimo Osanna, anunció durante la presentación de estos tesoros que durante 2026 se abrirá una galería en el lugar para albergar todos estos bronces.