
DISCURSO PRONUNCIADO EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS LII LEGISLATURA POR EL DIPUTADO LI. GUILLERMO PACHECO PULIDO.
Muchísimos hombres y mujeres de todas las estructuras sociales han y están construyendo nuestro país, todo ello lo realizan con una visión patriótica honesta e inigualable.
Hoy en esta Cámara de Diputados, la LII legislatura rinde homenaje a uno de sus ciudadanos que sirvieron a su patria sin más interés que el de construir su grandeza: me refiero al Lic. Benito Juárez García.
Juárez nos enseñó y grave riesgo corremos de no recoger diariamente su lección, de que sólo con el respeto al orden jurídico es posible la libertad individual.
Nos enseñó que con el acatamiento a la vigencia de la Ley se va suprimiendo la desigualdad, se asegura la autonomía del pensamiento y de la conciencia de los seres humanos.
Nos enseñó que con la observancia al supremo imperio de la Constitución podemos juntos progresar en la paz, crecer en la justicia y vivir en la democracia.
De toda la trayectoria ejemplar de la vida de Juárez, destaca en la esencia de su pensamiento, el espíritu jurídico que rigió su conducta, con una clara concepción del Derecho y una pasión vertical y ética del principio de legalidad como base de toda actuación de la Autoridad.
Por ello recordamos que fue el 13 de enero de 1832 que Juárez presentó examen ante la Corte de Justicia del Estado de Oaxaca habiéndosele otorgado el título de Licenciado en Derecho.
Por eso enfocamos hoy nuestras palabras hacia el Juárez Jurista, que siempre llevó la Ley como norma de sus actos y con la Ley misma inició la Organización Nacional del Estado hasta ese entonces inexistente.
Cuando Juárez promulgó el 15 de julio de 1867 su manifiesto a la Nación con motivo del triunfo de la República, graba para la historia el marco de su pensamiento jurídico y expresa “que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos. Entre los individuos como entre las Naciones, el respeto al Derecho ajeno es la Paz”.
Juárez como jurista consolida los instrumentos jurídicos más notables de nuestro Derecho Público en el siglo XIX: Las Leyes de Reforma.
Leyes con las que el Estado Mexicano asume su potestad soberana implantando una nueva estructura social que habría que modelar nuestra conciencia nacional.
Leyes que dan sentido histórico, claro, firme y definido al México que reclaman todas las generaciones.
El primer instrumento de la transformación aparece con la expedición de la Ley sobre Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación conocida como Ley Juárez, cuyo contenido es
abiertamente reformista por la abolición de privilegios.
Contra la esencia libertaria de ésta Ley, la rebelión reaccionaria desató la guerra civil, el orden feudal se resistía a presenciar el advenimiento de la Reforma sin darse cuenta de que estaba haciendo estallar el polvorín social.
La respuesta nacional fue profunda y vigorosa, en ella habría de escucharse las voces enérgicas de Juárez, Ocampo, Lerdo, Prieto y muchos más que llevaron al final el programa progresista de las Leyes de Reforma.
El abogado Benito Juárez, fue un jurista convencido y decidido a sostener el edificio Constitucional del País.
Sabía que la obra apenas empezaba y expresó unas palabras que hoy siguen vigentes y no debemos jamás olvidar: Juárez dijo: “No debemos confiar ciegamente en que éstas instituciones y la Paz están del todo aseguradas; existen aún latentes los elementos que los pueden destruir. Es necesario redoblar nuestros trabajos y nuestra vigilancia para contrariar y destruir sus tendencias antipatrióticas”.
Con la Ley, Juárez instaura la vigencia de la sociedad civil y el pleno ejercicio de las libertades humanas.
Pero no solamente luchó en la Revolución de Reforma, también en la intervención que provocaron ambiciosos mexicanos, allí igualmente actuó con entereza, valor, honradez, verticalidad y patriotismo.
Juárez, en un párrafo del primer mensaje que se cursó con Maximiliano, le dice: “Le es dable al hombre, señor, asaltar los derechos de otros, tomar sus bienes, atacar la vida de aquellos que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes crímenes, de sus propios vicios virtudes, pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad y es el tremendo Juicio de la Historia, Ella nos juzgará”.
Juárez el abogado no aceptó que el sistema legislativo dejara libremente al débil con su debilidad y al fuerte con su fuerza: estableció los principios que a su vez sirvieron de base para que la Constitución de 1917 se fincara en la Justicia Social, por eso el Jurista Juárez está presente en el espíritu de justicia de la Constitución de 1917.
Por Juárez, por su lucha entendemos a la Justicia Social como compromiso de todos con la naturaleza del ser humano, de su libertad, de su dignidad y de respeto a sus Derechos.
Compromiso con la Nación para fortalecer nuestra soberanía y apuntalar la independencia.
Justicia Social es un compromiso fundamental con los desvalidos, los desprotegidos, los más necesitados.
Juárez Jurista con el respeto a la Ley y su ejemplo, nos dio también el sentido de gobernabilidad.
Gobernabilidad implica concurrencia, equilibrio y respeto a las funciones de los poderes públicos.
Es la forma de Construir y servir en un Estado de Derecho.
En nuestro país, funcionan los pesos y contrapesos, se dialoga, se toman acuerdos. Hay respeto a la participación, al pensamiento, a las ideas y a la acción positiva de la opinión pública.
Juárez por todo ello es una diaria explicación de lo que somos y queremos los Mexicanos.
Por todo lo anterior, la juventud debe seguir el ejemplo de Juárez: nacido de humildísima cuna, se elevó por sus propios méritos para ser conductor de su generación y guía, símbolo, de las generaciones de todos los tiempos.
Juárez es, la personalidad más vigorosa de nuestra Nacionalidad, tan decisiva para la creación del Estado Moderno Mexicano?
Mexicanos junto con todos nuestros Héroes, de la Independencia, Reforma y Revolución, seamos solidarios y unidos para fortalecer nuestras Instituciones en beneficio de los mexicanos.