La historia de Renat Agzamov, un exboxeador profesional ruso que dejó los guantes para dedicarse a la pastelería, ha capturado la atención de millones en redes sociales.
Su transición del mundo del deporte al de la repostería no solo es notable, sino que ha dejado boquiabiertos a quienes han presenciado sus espectaculares creaciones.
Renat no es un pastelero convencional. Sus obras, que más bien parecen esculturas o piezas de arte, se destacan por su nivel de detalle, complejidad estructural y tamaño. Algunos de sus pasteles alcanzan alturas de hasta 4 metros y, debido a los adornos, iluminación y otros detalles, pueden pesar alrededor de mil 500 kilos.
Estas impresionantes piezas de repostería pueden llegar a costar aproximadamente 179 mil dólares, lo que equivale a cerca de 3 millones de pesos mexicanos.
La vida detrás del artista
Agzamov ha sabido aprovechar el poder de las redes sociales para compartir su trabajo. En su cuenta de Instagram, donde acumula casi 3 millones de seguidores, muestra no solo sus impresionantes pasteles, sino también aspectos de su día a día.
Además de la pastelería, disfruta de actividades como el motociclismo, viajar y participar como juez en competencias de repostería, demostrando que su creatividad va más allá de los pasteles.
El impresionante cambio de rumbo en la vida de Renat y la dedicación que pone en cada una de sus creaciones han sido clave para que su historia se vuelva viral.
Sus seguidores no solo admiran su talento, sino también su valentía para dejar una carrera establecida y perseguir una pasión que lo ha llevado a ser reconocido como uno de los mejores en su campo.
Crédito: El Imparcial