
El factor climático y las temperaturas extremas ya se convirtieron en factor para el mercado laboral, en especial de quienes trabajan en la informalidad, conforme se refleja en el análisis sobre las economías regionales que elabora el Banco de México.
Por ejemplo, en el 2023 el calor redujo la demanda de panificación, causó suspensiones temporales en manufacturas, redujo la asistencia a restaurantes y ralentizo obras de construcción.
En 2024, el calor extremo obligó a suspender actividades mineras a cielo abierto y redujeron el ritmo de ejecución de proyectos de infraestructura, señala.
El análisis destaca que la mayor exposición a temperaturas superiores a 35 grados centígrados se registra en el segundo y tercer trimestre, en el norte, centro norte y sur.
También se observa que la exposición a temperaturas superiores a 35 grados centígrados aumenta en el segundo y tercer trimestre en el norte, el centro norte y el sur, regiones para las que destacan los máximos históricos registrados en el tercer trimestre de 2023.
Se aprecia que los trabajadores formales trabajan más horas en promedio que los informales y que la dispersión de las horas trabajadas es mayor para los trabajadores informales, lo que podría relacionarse con el hecho de que laboran a la intemperie.
El análisis “temperaturas extremas y su efecto en las horas trabajadas por los individuos”, incluido en el reporte sobre economías regionales del Baxncio, añade que en México, entre 1971 y 2020, la temperatura promedio se incrementó 0.31 ºC por década (The World Bank Group, 2023).
Asimismo, ha aumentado la frecuencia de eventos extremos de temperatura, en particular aquellos relacionados con la exposición al calor extremo.
Refiere que una mayor proporción de trabajadores en el sector informal, en comparación con el formal, se empleó en construcción, comercio al por menor y preparación de alimentos y bebidas.
En la industria manufacturera, una proporción significativa de trabajadores informales se empleó en actividades relacionadas con la fabricación de metales (herrerías) o de muebles, actividades que por su naturaleza podrían implicar cierta exposición directa al clima.
Finalmente, los trabajadores en el sector informal no tienen acceso a servicios médicos como prestación laboral, lo cual podría exacerbar la vulnerabilidad de su salud a las temperaturas extremas.